Un fracaso anunciado. Las Compañías de telefonía y legisladores lograron darle un respiro al fallido Registro Nacional de Usuarios de Telefonía.
Sólo cerca de la mitad de usuarios registraron su número y ante la posible cancelación de las líneas no registradas y las inmensas pérdidas que esto supondría, en San Lázaro se ha aprobado un prórroga de un año para que se complete el proceso.
Las pérdidad estimadas al cancelar las líneas no registradas se estimaban entre 200 y 500 millones de pesos diarios.
Una noticia ya esperada, siguen sin explicar cómo protegerán nuestros datos y sin aclarar los peligros ante la falsificación de CURPS. Un tema que se le ha dado un año más de vida.