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Blog de la semana: Judith Torrea. Ciudad Juárez, en la sombra del narcotráfico

¿Quién es Judith Torrea?

Ella se llama Judith Torrea, tiene 37 años y es española, de Navarra. Tres simples palabras -que son como tres redobles sutiles- darán al buen entendedor la clave de su historia: es periodista en Ciudad Juárez. Quedan pocos, muy pocos periodistas en Ciudad Juárez, y solo una extranjera: Judith. Ser periodista en México es una profesión complicada. Ser periodista especializado en temas de narco en México es una profesión peligrosa. Pero ser periodista especializado en temas de narco en Ciudad Juárez es tal vez la profesión más peligrosa del mundo. México es el segundo país más peligroso del mundo donde ejercer el periodismo. Y Ciudad Juárez, una de las ciudades más violentas del mundo. Sin duda Judith lo sabe, aunque nunca lo dice. Ella escribe su blog con una “ingenuidad de hierro” (El País) que más que ingenuidad me recuerda al sencillo aplomo de alguien que sabe que su vida no vale ni más ni menos que las de los muertos cuyas historias ella cuenta, implacable, en su blog “Ciudad Juárez, en la sombra del narcotráfico”.

Premio Ortega y Gasset 2010 de periodismo digital

El País le dio un premio este año: el Ortega y Gasset de periodismo digital. El mismo que se ganara la bloguera Yoani Sánchez dos años antes, de quien Judith se declara admiradora. El premio, sin embargo, no logró catapultar a Judith hacia el estrellato, aunque le dio cierta notoriedad y le permitió sin duda sobrevivir algunos meses más en México. Leí que a Judith le quedaba el dinero justo para sobrevivir dos semanas cuando le anunciaron que había ganado el premio (Cuarto Poder). Aún así, donó la mitad del dinero a Casa Amiga, una ong de Ciudad Juárez, y continuó narrando sus historias tal y como venía haciéndolo: siempre sutil, siempre delicada, siempre veraz y sobre todo siempre del lado de las víctimas. Hay que saber leer a Judith –creo yo-, saber que cada palabra que escribe puede costarle la vida. Porque lo importante no es solo lo que cuenta, sino lo que no puede contar. Judith no puede, por ejemplo, acusar directamente al gobierno de Felipe Calderón por las masacres juarenses. Mucho menos dar nombres concretos y explayarse con las intimidades de los cárteles de la droga o los resquicios de la omnipresente corrupción mexicana. Pero halla formas sutiles, maneras especiales para rodear los temas prohibidos y plantar la semilla de su voz allá donde solo hay oscuridad y miedo.

Judith Torrea: desespero y pasión por Juárez

La amargura en su blog es a veces insoportable. Sin embargo, siempre recobra su pasión inquebrantable por esta ciudad que ama. Es la ilusión con la que pelea por Juaritos lo que tal vez llega a conmover más de su blog. Porque donde los demás ven desierto, ella ve vidas que aún pueden ser salvadas, y donde otros ven una batalla perdida Judith encuentra el espacio desde donde pelear. Me la imagino en su casa, donde sea que esté, tal vez pensando durante horas si escoger ésta palabra o la otra: un adjetivo demasiado acusador y ella puede ser la próxima víctima en una ciudad que en lo que va de año se ha cobrado más de un mil cuatrocientas víctimas. Sin embargo, Judith se resiste a abandonar “Juaritos”, la ciudad de sus amores.

Dicen que es muy alta y sé que es delgada y blanca. Batalla en Juaritos con la palabra como única arma, contra un mundo violento y desesperante donde los hombres y mujeres caen más rápido de lo que ella puede reportar. Y sin embargo, Judith no se rinde. No es mexicana, pero pelea a muerte para salvar Ciudad Juárez como si lo fuera. Arriesga su vida por un país que no le reconocerá su esfuerzo. Tal vez porque la belleza de México es, precisamente, cada una de las personas que lo forman. Léanla en:

www.juarezenlasombra.blogspot.com

fuentes: El País, Cuarto Poder, Juárez en la sombra

foto: Jesús Villaseca Pérez