Francia al borde del colapso tras cuatro días ininterrumpidos de huelga

Cuatro días ininterrumpidos de huelga

Continúan la nueva oleada de huelgas contra el aumento de la edad en la jubilación en Francia, con seguimiento mayoritario por parte de la población. Desatadas el martes 12 de Octubre las protestas se han extendido intinterrumpidamente durante toda la semana y amenazan seriamente con paralizar al país.

Las refinerías, paradas. No hay suministro de combustible

Tres millones y medio de personas salieron a la calle el 12 de Octubre. El 13 de Octubre, las asambleas generales de los sindicatos votaron por la continuación de la “huelga reconductible” -modalidad de huelga que debe votarse cada día para decidir si se continúa con ella o no-. Y por el momento, la decisión es que continúan. En esta modalidad de huelga se encuentran los sindicatos de ferrocarrileros, de transporte metropolitano en París, los puertos y también las refinerías de petróleo, que el viernes 15 se encontraban paradas en su totalidad, amenazando con desabastecimiento generalizado de combustibles.

Estudiantes y profesores de todos los cursos se unen a la huelga general

Durante la semana se incorporaron a la huelga los estudiantes y profesores de primaria y secundaria, seguidos más tarde por los estudiantes universitarios, que hoy salieron espontáneamente a bloquear las calles en numerosas ciudades del país. El mayor temor de Sarkozy se materializa con la unión de trabajadores y estudiantes.

Los transportistas bloquean las carreteras

El viernes 15 fue el turno de los transportistas, que se solidarizaron con los huelguistas bloqueando las carreteras del país. Los líderes de los camioneros expresaron que lo hacían “por solidaridad con el resto de la población”.

Disturbios y detenciones en todo el país

Se reportan disturbios, enfrentamientos y heridos en toda Francia, a modo de ejemplo en Rennes, en Montereuil, en Val-d’Oise, en Chartres, Lyon, Nîmes, Yvelines, Chamberi, Lens y naturalmente también en París, con grandes manifestaciones en Marseille, Toulouse y Lyon.

Fuentes: LaHaine, El País, NYT

Imagen: vía LaHaine