– ¿Tienes hijos? – me preguntó la usuaria tras un breve e intrascendente diálogo.
– No.
– ¿Estás casado?
– No.
– Entonces, vives con tu pareja…
– Vivo solo, señora.
– ¿Y eso?
– ¿A qué se refiere con “y eso”?
– No, no… que no es “lo normal”.
– ¿”Lo normal” para alguien de mi edad, quiere decir?
– Mmm sí.
– ¿Cree que vivo solo porque tengo algún problema para conseguir pareja?
– Yo no he dicho es…
– No tengo ningún problema, señora. Vivo solo porque me gusta vivir solo. Disfruto viviendo solo, como Cortázar. Las parejas estables, las uniones formales hasta que la muerte nos separe, no son más que subproductos de la más rancia tradición católica. Y toda tradición limita el curso del libre pensamiento. Las tradiciones son, por regla, anti natura. Unirme a una mujer tal y como usted lo entiende supondría capar mis posibles y futuros sentimientos hacia otras mujeres. Tener ojos para una sola mujer implica volverse ciego para el resto o ser un cínico y ocultarlo o un reprimido o un falso abocado a llevar una doble vida al margen de tu propia pareja. Me niego a eso. Y me niego, también, a tener hijos. Si las parejas estables limitan tu más íntima libertad, imagínese con uno o varios hijos a tu cargo.
– ¿Quién es Cortázar?
– ¿Sabía usted que Google sigue asociando la palabra “soledad” con “tristeza”? Busque fotos con el criterio “soledad”, y se dará cuenta de lo que digo. Sólo aparecen fotos de rostros tristes y compungidos. ¿Me ve triste? No. No soy ningún triste. Google es triste. Triste y gilipollas. Envié a Google España unos cuantos correos, quejándome. Sigo esperando respuesta.
– ¿Quién es Google?
– Nada. Olvídelo.
Daniel Díaz es, según sus propias palabras taxista, o taxidermista (según la piel del viajante). Escritor a tiempo parcial y lector insaciable de espejos a jornada completa. Licenciado en Espejología del Profundismo por la Universidad Asfáltica de Madrid (UAM). Bufón y escaparatista de almas. Conduce un taxi desde donde observa la vida y vive en Madrid. Escribe en el blog Ni Libre Ni Ocupado. Síguelo en twitter @simpulso
Este texto no es copyleft y ha sido reproducido únicamente con permiso del autor.
Foto: Ni libre ni ocupado