Un lector del blog me hizo favor de contactarme y me regalo este perfil del monstruo, es alguien que no nos conoce, pero en base a sus estudios y experiencia pareciera que lo conoce de toda la vida, obviamente más y mejor que yo. Aquí lo dejo para su consideración, con mis comentarios.
Aquí tenemos a un hombre mayor aparentemente bonachón, adulador, ordenado, pulcro, que se intoxica de manera social, completamente adaptado, con buen nivel de estudios, y buen nivel económico, los sociólogos opinan que aquí se reúnen las condiciones perfectas ó el logra manipular las condiciones para lograr su objetivo.
Efectivamente, reunía todas esas “virtudes”, la apariencia era de un hombre muy moral, muy cariñoso, muy atento y como lo he dicho en otras ocasiones, bastante simpático cuando estaba tomado.
Este hombre desde el inicio de la relación va alevoso y premeditado, escoge parejas con ciertas características. En este tipo de ataques hay preparación, no es como el que comete un homicidio en una riña, él preparó el ambiente, cada día se ocupó de debilitar los lazos familiares para poder operar, no lo hizo instintivamente, lo planeó, se tomó su tiempo. Delinquir con personas ocupa en un principio mucho desgaste mental, atenciones incluso forzadas para ganar confianza y empezar a “medir” a la madre, observar “cuanto suelta el cordón de la autoridad”.
Cuando él llegó a mi casa los niños dormían juntos, él separo las literas “porque mi hijo ya estaba creciendo y necesitaba más intimidad”. Él despidió a la niñera de mi hija “porque él tenia tiempo para cuidarla y así podíamos ahorrar dinero”
Por un lado, con la madre es un hombre encantador y atento y cariñoso, en la menor agredida se siembra el mensaje “si te callas, te doy, hablas, pierdes todo, incluso la felicidad de tu familia” y mantiene al hijo varón lejos, “como perro que tuviera que cuidar a su manada, aleja a los otros machos” Es un comportamiento animal, pero lo mantiene con poder.
Yo siempre pensé que la conducta hacia mi hijo era mas estricta por ser hombre, por que ya esta a un pelo de ser mayor de edad, porque él decía que le parecía muy aniñado y ya estaba en edad de madurar y ser más independiente.
No quedó “atrapado” en su ayer, en sus grandezas, las platica porque eso le da prestigio ante los ojos de la madre y de los demás, siempre se esfuerza por sobre valuar la integridad moral que no tiene.
Esto ya lo he dicho antes, yo creí que vivía de sus recuerdos…
Generalmente los abusos suceden cuando no está la madre en casa o no está en condiciones de defender a los hijos, y los abusos no solo van orientados al sexo, los maltratan, los amedrentan y la razón para hacerlo a solas obedece a que los niños tienen instantes de mucha ansiedad que no pueden disimular, si estuviera una figura protectora el instinto los lleva a tratar de agarrarse de su padre, madre o la persona de su confianza. Pero cuando no hay nadie que los proteja están obligados a desarrollar mecanismos de auto defensa, en el caso de las mujeres generalmente es la docilidad, sucede incluso en adultos, vemos casos en mujeres que cuando el marido llega amenazante, se le complace todo, por miedo.
Muchas veces yo le pedía a mi niña que me acompañara a algún lugar e invariablemente “prefería” quedarse con el monstruo, si compraba alguna golosina le daba la mitad, si él se lo pedía le sobaba los pies, siempre estaba atenta a él.
Obviamente en este caso tenemos a una niña intimidada y amenazada, él se dedico a darle un entrenamiento muy cruel a base de premio y castigo.”Si haces lo que yo quiero te doy”, “Si no obedeces, no solo te va muy mal conmigo, tengo el poder de hacer que te castigue también tu mamá”, él manipula todas las variables y para cerrar el circulo y retirar de la niña el libre albedrío le hace sentir que le gusta, que es culpable y así la responsabiliza por cualquier cosa mala que pueda suceder.
Él también siempre traía dulces para nosotras, chocolates, algún animalito de peluche para mi gorda, flores para mí y a veces incluso alguna golosina para mi hijo, así que yo considere que todo caminaba sobre ruedas.
Él sabia muy bien lo que hacia, esta es la base del entrenamiento militar, un sonido tiene una orden implícita, todos saben que hacer, son entrenados para despersonalizarse, para matar aunque lo consideren moral y religiosamente incorrecto, ¿Cómo lo logran sin colapsar? Porque el entrenamiento conductual deshumaniza, disparan al blanco, no a otras personas (así le quitan el lado humano “al blanco”) para poder ejecutar la orden. Este tipo de personas sienten tanto poder terminan viendo a los demás solo una fuente de obtener placer, el problema es que después de un tiempo ya no obtienen el mismo nivel de placer y es donde empieza a aplicarse la constancia de aumentar el nivel de placer, poder y riesgo.“Ya no quiero a la mamá, qué tal la hija, ya me aburrió el sexo normal, que tal si ahora pruebo algo distinto, por que no aumento el riesgo para aumentar el placer.”Afortunadamente, el se sentía tan seguro con su autoridad que no pensó jamás que la niña fuera a aprovechar el verlo tomado para hablar y nunca visualizó que la madre tiene la moral intacta, por lo que le creería a la niña. Se le salieron las cosas de control, quizá en ese último abuso, por la cantidad de alcohol ingerida incluso olvido que la madre estaba en casa.
Yo cuando tenía que decirle al monstruo algo que no me gustaba, siempre traté de hacerlo en privado, nunca me ha gustado que mis hijos oigan discusiones, pero mi gordita algunos días antes me vio discutir con él por haber hablado groseramente de mi hijo, me escuchó decirle varias cosas, entre ellas que era un cobarde por querer tratar a un niño como igual. Eso le infundio valor, porque me vio defender a su hermano y efectivamente, aprovecho el verlo débil (tomado) para “acusarlo”.Yo siento que quienes me leen han de decir ya aburre con lo mismo, desde distintos enfoques pero esto no avanza, “la novela esta estacionada” pero no me voy a cansar de decir lo que hemos vivido, lo que hemos sentido, lo que hemos pensado porque creo que a alguien le puede servir mi experiencia y si logro arrancar a un niño de las garras de un monstruo, este espacio habrá cumplido su función, mientras voy a seguir insistiendo en abrir los canales de comunicación con los hijos, en estar atentos, en ser maliciosos, en no dar por sentado que los hijos se saben amados, en decírselos todos los días y a cada rato, en abrazarlos, en estar alertas.No quiero ser ave de mal agüero, pero gente que visita este espacio, por favor no caigan en el “a mi no me va a pasar” véanse en mi espejo, no hablamos de personas, son auténticos monstruos, de esos que no solo asustan a los niños, son la clase de monstruos que en un momento te desgracian la vida.
Esta historia es real. Pedimos por ello respeto y mesura en los comentarios, y los moderaremos con especial atención. Su autora, Alba, comparte sus vivencias con ustedes en el blog Contra los Monstruos. Publicado con permiso de la autora.
Imagen: Francisco Vargas