Confieso que no había ido nunca a la ceremonia de los oXcars, que este año alcanzaba su tercera edición. Confieso, también, que me he quedado literalmente boquiabierta ante el despliegue de teconología, talento y humor que la EXGAE ha puesto sobre el escenario de la sala principal del teatro Apolo. Ante una sala literalmente abarrotada -lleno total, supongo- la organización EXGAE -quien por cierto se halla bajo [amenaza de] demanda por parte de la gestora de derechos de autor SGAE por (sic, lo juro) “anteponer a la consonante fricativa alveolar sorda /s/ la oclusiva velar sorda /k/”)- ha desplegado su inmensa capacidad tanto de inventiva como de convocatoria para realizar un show épico de más de tres horas de duración durante el cual ha combinado con increíble elegancia videos, presentaciones, música en vivo, literatura y karaoke popular, todo ello con gigantescas dosis de humor negro y esperanza a partes iguales.
SGAE amenaza con demandar a la organización EXGAE por “anteponer a la consonante fricativa alveolar sorda /s/ la oclusiva velar sorda /k/”
Por el escenario de la Sala Apolo han desfilado presentaciones exclusivas del escritor José Luis Sampedro, las bandas At Versaris y The Pinker Tones, la escritora Belén Gopegui (escribo con dedos analógicos palabras digitales…escribo desde los arrabales de la ilegalidad…), presentaciones de Akram Khan, Devolution Summit y muchos más, e incluso han contado con la emotiva participación de Ana María Méndez, la mujer quien tan solo hace siete días venció a la SGAE en el Tribunal Superior de Justicia Europea en una sentencia histórica que, después de seis años de litigio, obligará a la gestora de derechos a devolver el cánon digital cobrado a las empresas y entidades públicas. Una victoria nada desdeñable que podría costarle a la SGAE varios cientos de millones de euros. También Kate Madison, la directora de Born of Hope, ha tenido presencia en el show.
“Estad muy preparados…¡porque podéis ganar!” advertía triunfal Ana María Méndez frente al público a todos aquellos que luchan contra la SGAE y por unos derechos de autor más justos.
Naturalmente, la EXGAE ha sostenido la gala usando música y contenidos Creative Commons, con la excepción del grupo The Pinker Tones, cuyos integrantes han abonado, (no tan) simbólicamente, la cantidad de diez euros sobre el escenario para poder tocar en directo…¡sus propias canciones! Entre otras muchas irreverencias que seguramente han hecho temblar de horror a los infiltrados de la SGAE que sin duda han acudido de incógnito al show barcelonés, la EXGAE ha presentado también videos donde evidenciaban despiadadamente el ánimo de lucro tanto a gestoras de derechos de autor como a representantes del ministerio de cultura y de las grandes corporaciones que pretenden hablar en nombre de la cultura, para gran regocijo, eso si, del público presente. Toda la gala puede verse en video aquí.
La ciudad de Barcelona se reafirma con esta -ya- tradicional gala como una de las principales capitales del mundo pioneras en la defensa de la cultura libre y una de las ciudades donde se libra la llamada “guerra digital” con más virulencia. Barcelona será también la sede, durante los próximos tres días, del Foro de la Cultura Libre, donde expertos de todo el mundo discutirán objetivos y propuestas para lograr una cultura no supeditada a los intereses comerciales y conseguir el fin de los abusos y restricciones perpetrados en nombre de los derechos de autor.
Lo único que me sabe mal es que creo que todos aquellos sentados a mi alrededor han quedado convencidos de que yo formaba parte de las brigadas secretas de la SGAE. Por aquello de estar tomando notas en una libretita, ya saben. Lo bueno es que, pese a sus (infundadas, aunque comprensibles) sospechas me han dejado salir ilesa. ¡Uf, que alivio!
Altea Gómez