Soy Todos… Soy Nadie…
Que la migración sea un “proceso humano y ordenado, siempre respetando los derechos humanos”
Felipe Calderón Hinojosa al dirigirse ante legisladores en California.
Saber que la lejanía y el olvido se extienden por el camino que nos toco recorrer no es señal de esperanza, es tan solo una muestra de un destino incierto que se postra frente a nosotros, como un enorme abismo que tarde o temprano va a devorarnos.
Aquí, donde la orilla de este mundo parece voltearnos el rostro, aquí donde las razones carecen de sentido y se desploman poco a poco, aquí donde los nombres desaparecen, aquí desde el lomo de la bestia los veo y observo.
Yo miro hacia el norte, pero el norte no me mira a mí.
¿Qué decir sobre la migración? ¿Como abarcarla sin recurrir a lugares comunes? ¿Cómo plantearla desde otro sentido, donde la moral, la falsa rectitud y los prejuicios se queden del otro lado del cerco?
La escena quizás sea una respuesta, un medio por el cual puede filtrarse otra visión, otra perspectiva no antes expuesta o simplemente no tomada en cuenta. El teatro encuentra aquí una de sus principales funciones, tal vez la más valiosa, y esa es la de generador de preguntas, simples y sintéticas preguntas que hacen que el individuo abandone ese estado de confort originado por las cuestionables certezas.
Amarillo es un punto de partida una especie de pregunta que se extiende por el inconsciente del espectador acercándolo sutilmente a una realidad que lo rebasa día a día.
Un hombre emprende una travesía, un viaje que detona recuerdos, promesas, palabras y gestos reveladores. Frente a nosotros se alza un enorme muro, una pared gris que no hace más que recordarnos los límites de nuestra existencia. ¿Qué hay más allá? ¿Qué se oculta de tras de esa barrera de concreto?
¿Qué? ¿Qué me ves? ¿Qué me ves si no soy nadie?
Me llamo Juan, Pedro, Antonio, Guadalupe, Rosa, Luis…
Soy de Veracruz, Chiapas, Tabasco, Ciudad Juárez, Jalisco, Tijuana…
Soy todos…soy nadie…
Ese sujeto desconocido se pierde entra la multitud, debajo del sol y de las piedras, con la arena y el cielo como únicos testigos de su lapidaria empresa.
Un viaje sin héroes, sin estandartes o credos, donde la fe pareciera ser un lujo que se abandona al subir al tren…
Amarillo, una de las obras más destacadas de los últimos años en México y dirigida por el reconocido director Jorge Arturo Vargas, hace acto de presencia en la escena contemporánea de manera tempestuosa, para demostrarnos que el teatro puede romper cualquier muro de piedra que se construya a nuestra vista.
Pateando Piedras realizo una entrevista con Raúl Mendoza, uno de los actores de este montaje, y nos platico un poco de Amarillo, días antes de su partida a un reconocido festival de Francia.
Esto fue lo que nos pudo compartir.
Pateando Piedras: ¿cuéntanos un poco de Amarillo, que es Amarillo?
Raúl Mendoza: Amarillo es una pieza creada por la compañía Teatro Línea de Sombra, se crea en el 2009. Y pues es un espectáculo que habla principalmente sobre el fenómeno de la migración, tanto de México y Sudamérica hacia los Estados Unidos.
PP: ¿Y como ha sido el proceso que han llevado para realizar este montaje?
RM: Pues en principio la invitación del maestro Vargas fue a partir de ciertos elementos comunes que se podían distinguir dentro del universo del migrante: una botella de agua, un back pack, arena, pacas de ropa… ósea elementos que físicamente a los actores nos podía ayudar a construir paisajes, no necesariamente una escena alrededor de, sino una mecánica simplemente del trabajo del objeto o del elemento, no era necesario hila una historia alrededor del objeto. No porque era un bidón había que darle un por qué, ni un sentido del porque estaba en escena, sino todo lo contrario, estábamos en un trabajo de laboratorio y una vez a partir del estudio del objeto o elemento pudimos construir todo lo demás, apoyados en toda la información que íbamos adquiriendo con la investigación. Lo que sí recuerdo que era muy importante para nuestro trabajo fue que en principio estábamos trabajando con experiencias propias y bajo algunas ideas de un texto que nos enviaba Gabriel Contreras, un escritor regiomontano que vía email enviaba la correspondencia con Alicia y con Jorge, y eso en principio toda nuestra base, junto con cosas que nosotros buscábamos e intuíamos por el internet. Pero después tuvimos un encuentro muy afortunado con un festival llamado Contra El Silencio Todas las Voces, un festival que se organiza desde hace unos seis o siete años aquí en México y que es de cine independiente, de documental independiente prácticamente, y en una de sus categorías una de ellas es sobre migración. Y ellos muy buena onda nos dieron todo el material que tenían sobre esos documentales y nuestro universo de la migración cambio completamente, porque tanto imagen como audio, como escena cambio sustancialmente, entonces una vez que ya habíamos trabajado, que teníamos ciertas exploraciones sobre ciertos objetos pues empezamos…como diría alguien primero las matemáticas y después la poesía. Ósea primero con las cosas en bruto y ya después lo vamos puliendo. Y así fue como se empezó a construir Amarillo, fue un proceso bien fuerte de unos cuatro meses, donde todos estábamos involucrados en todo, ya sea en construir la escena, en llevar y traer las cosas dentro y fuera del escenario y también para ese entonces se consiguió una cancha de squatch que se rento y se adapto con toda la parrilla e iluminaria para poder hacer de ese espacio, un espacio teatral a final de cuenta.
Y bueno Amarillo no se detiene es un espectáculo que sigue creciendo, este año haremos un par de giras a Francia, y bueno después vamos a Perú y a Los Ángeles y tenemos una temporada aquí en el DF en el Teatro Julio Castillo en Mayo. Y seguimos trabajando, investigando. Cuando uno se acerca demasiado al hecho uno ya no sabe como alejarse del fenómeno, fuimos hace unos días a la comunidad de las Patronas para tener otro tipo de experiencias, y bueno una cosa es verlo en documental y otra estar en el lugar donde sucede, ver a la bestia con todos los migrantes encima, la experiencia cambia y por lo tanto un espectáculo ya no puede ser el mismo, definitivamente Amarillo tiene que ser otra cosa después de este evento. Y no por que cambiemos la escena sino porque algo tiene que pasar en la sustancia, no es lo mismo hablar de, que cuando vives cerca de.
PP: ¿Cuál es la postura que tiene Amarillo frente a la migración?
RM: Bueno la postura como todo lo que es Amarillo yo no la puedo dar , porque es todo un conjunto te personas, lo que si es que a todos nos ha involucrado con un fenómeno que pasa actualmente , que nos involucra mas allá de lo que pensamos todos en diferentes niveles. Jorge y Alicia si lo han externado desde un inicio, sobre su necesidad de hacer una pieza, de hablar de este fenómeno, una necesidad de tomarlo y de construir un discurso, un dialogo mas allá que el usualmente tenemos por noticia o por nota de radio. Yo creo que el tema de migración es mucho más complejo de lo que parece, viendo desde la migración interna por la que pasa este país, de todas las personas que vienen de todas las partes de la república y del Df.
Y bueno hay una generación que nos antecede, y bueno justo ellos son nuestros maestros o jefes o lo que sea y que también ellos vienen desde ese mismo lugar, desde una migración interna. Ellos no están en su lugar de origen, sino están en otro lugar ejerciendo y llevando a cabo un trabajo que quisieran hacer en su lugar de origen pero que no se puede hacer allá por que los recursos no son los suficientes o no son bien distribuidos, como sea la cosa es que no sucede. ¿Y por qué no sucede? ¿Por qué uno tiene que desplazarse para poder trabajar? ¿Qué es eso de la vida que nos sigue orillando a desplazarnos? Y creo que ahí se concentra una pregunta importante. ¿Qué pasa con toda esa gente que se desplazan, se atreven y desparecen? Simplemente ya nadie sabe de ellas. No saben si se murieron en el desierto o si fueron abandonados en alguna de las travesías, o son secuestrados. Lo que pienso que Amarillo ofrece es una mirada más allá del mero hecho, es como contar una historia que es todos los hombres. Bueno hace poco tuvimos una función en Miami, y le dieron un reconocimiento al maestro José Solé por todo lo que ha hecho, y entonces él decía sobre Amarillo, que era una muy buena tragedia griega, porque tenias a un héroe que era todos los hombres, que se iba del lugar de origen a confrontarse y que llega a su catarsis, que su catarsis con el público y se genera el hecho.
Y lo bueno lo que se ha dado con Amarillo es la oportunidad de estar abriendo espacios para la escena contemporánea, para este tipo de discurso y puestas en escena.
PP: ¿Cómo resumirías tu experiencia con este montaje?
RM. Pues me ha colocado en otra posición de la vida y pues más que nada me ha movido a buscar más afondo sobre mi identidad. Y ver más allá de la individualidad sino de la generalidad, de lo colectivo.
Equipo de Amarillo: Dr. Jorge A. Vargas, Raúl Mendoza, Alicia laguna, Vianey Salinas, Antigona gonzalez, María luna, Adriana Alonzo, Kay Perez, Jesús Cuevas y Jesus Hernandez.