El silencio no existe, solo la incapacidad para captar ciertos sonidos, tal era una de las propuestas de personas como Cage o Robert Wilson, sustentando que el sonido es perpetuo y que está ahí, habitándonos en cada segundo y en cada momento.
El cosmos se extiende a través de sus sonidos, tal es el ejemplo de un pulsar (Estrella de neutrones con emisiones de radiación periódica), cuyo descubrimiento sucedió en 1967 y que al principio se confundió con señales extraterrestres de alguna civilización lejana.
He aquí un ejemplo de estos sonidos que se escapan del espacio.