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Hay quienes generan revoluciones a partir de la pólvora, de un estallido fugaz o del simple conflicto generado entre dos cuerpos. Existen hombres que derriban los muros de la inconformidad a golpes de martillo o con la espada desenvainada.

Pero existen otros cuyos parámetros se miden por otras reglas, personas que detrás del papel y pluma convierten el pensamiento en un arma capaz de detonar una bomba aun más poderosa que la de Hiroshima. Existen ya pocos de esos, quizás desaparezcan o simplemente se oculten en la memoria de la historia

Harold Pinter era uno de esos hombres.

Un pensamiento cuyo ideal sobrepasaba las limitantes moralistas, desencajando completamente de toda estructura socia capitalista y tirana, un escritor que se convertiría en un parteaguas de las artes escénicas y cuyo legado ha sido una fuente prolífica de estudio y discusión.
Aquí compartimos el video de su discurso, momentos después de haber recibido el premio nobel en el año 2005