#No a la matanza de perros en Sonora

En Sonora, el conflicto por el manejo del exceso canino ha generado una crisis ética y social que pone en duda las medidas gubernamentales. Este artículo analiza la polémica desatada tras miles de perros sacrificados con un ojo crítico hacia los beneficios y consecuencias para todos los involucrados.

El sacrificio de miles de perros en Sonora ha desatado la polémica en las redes sociales, luego de que en el municipio de San Luis Río Colorado, Sonora, las autoridades decidieran que la mejor forma de control canino es la erradicación.

Desde ayer grupos protectores de animales y miles de personas exigieron al gobernador del estado, Guillermo Padrés Elias, detener la matanza de perros en el municipio fronterizo, donde en la última semana las autoridades locales han sacrificado miles de animales.

Si la muerte indiscriminada de perros ya incurre en una acción irregular, la situación se agrava cuando el ayuntamiento ofrece a los pobladores vales de descuento en los impuestos y servicios al presentar animales para sacrificarlos.

Es un hecho que la sobrepoblación canina representa un riesgo para la población, sin embargo, la eventual solución de las autoridades tampoco cumple con los lineamientos sanitarios, pues el municipio no cuenta con crematorio de animales y los cadáveres son arrojados al basurero municipal, lo que también representa un foco de infección para los habitantes de la localidad.

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