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Suman 40 muertos por conflicto agrario en el Bajo Aguan, Honduras (VIDEO)

 

La situación que enfrenta el Bajo Aguan, Honduras, no es nueva, por el contrario, es una lucha antigua, la lucha de la clase oprimida contra la privilegiada; sí, lo que para unos significa su modo de subsistir, para otros es una propiedad más que aumenta sus riquezas.

El Bajo Aguan es una de las zonas más fértiles de Honduras, donde desde hace décadas se asentaron fincas cuyos propietarios han amasado grandes fortunas, entre ellas la Exportadora del Atlántico que vende anualmente toneladas de toronja, tomate, chile, maíz, papaya y mango a Europa y los Estados Unidos  

Mientras, los campesinos de la zona  buscan tierra que cultivar para poder alimentar a sus familias en un espacio que está completamente dominado por el capital, ése que no entiende de necesidades humanas.

Esta pugna ha desencadenado enfrentamientos entre los propietarios de las fincas y los campesinos. A la fecha,  el  Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Ramón Custodio, ha denunciado hechos violentos que transgreden los derechos elementales de las personas.

Este año, 40 personas entre personal de las fincas y campesinos han muerto en el Bajo Aguan a causa del conflicto agrario, además decenas permanecen desaparecidos. Dados los hechos violentos, el Instituto Nacional Agrario se deslindó del asunto y dio paso al Ministerio de Seguridad y Defensa.

El pasado mes de julio, el presidente anunció que compraría más de 4 mil hectáreas a Miguel Facussé que mantenía el control de la zona con un grupo paramilitar que atacaba a los campesinos que se acercaran a sus propiedades.

Sin embargo, la medida es un mero paliativo ante las continuas violaciones a los derechos humanos, en las que está involucradas las autoridades, un ejemplo, es el poblado vecino al Aguan, Tocoa, donde la policía destruyó la casa de decenas de campesinos y los obligó a vivir en refugios hechos con ramas.

Los estragos ya se dejan ver en las caras de los niños que revelan una desnutrición avanzada y el pánico que generan los constantes enfrentamientos entre los pobladores y los terratenientes.

En la respuesta del presidente Porfirio Lobo Sosa se translucen perfectamente sus intenciones, decretó la militarización de la zona, 600 elementos custodiarán la región, vigilarán a aquellos que buscan cultivar granos básicos para apaciguar el hambre de su familia que vive en casas improvisadas víctimas del terror que impera en la zona.

¿A quién protege el ejército hondureño?