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Indignación “wannabe”; justo lo que México no necesita

Este artículo, publicado en el blog Generación Nepantla, de nuestro colaborador Oriol Malló no representa el punto de vista de Pateando Piedras pero es otra valiosa aportación a la discusión sobre los alcances de la Global Revolution y su impacto en América Latina.

México: indignación y desmemoria / Oriol Malló

 

 

 

Tras leer lo que escribió un indignado mexicano, toca que me indigne yo: “España y otros países ya despertaron, mientras que México y otros mas aún estamos pequeños espasmos, quienes van con debates con planes y con teorias de hacia adonde debemos ir estan confundidos, pues aun no logramos dar el primer gran paso que es quitarle el miedo a una mayoría”. ¿En serio alguien puede hablar así?

Esta enfermedad llamada malinchismo se despliega sin rubor alguno en textos como este que se escriben en el grupo de Facebook México toma la calle. Latigazos de soberbia que muestran un profundo desconocimiento del país donde viven que a nivel colectivo se ha levantado en 1985, 1988, 1994 o 2006.

Un país donde ha habido las mayores y más exitosas movilizaciones por la gratuidad de la universidad pública, las dos grandes huelgas de la UNAM en 1986 y 1999. Un país donde la lucha, la movilización y la resistencia han sido desde hace tres décadas un ejemplo mundial incluyendo el zapatismo, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Enseñanza o el Sindicato Mexicano de Electricistas por ejemplo.

México inventó la acampada mucho antes que nadie plantara un tienda en Plaza del Sol y aquí han nacido múltiples formas de lucha que en España ni se conocen mientras que en América del Sur han surgido gobiernos que en Europa son simplemente impensables porqué el dominio del sistema oligárquico es absoluto en el Viejo Continente.

América Latina no tiene nada que aprender de Europa y si mucho que enseñar a una sociedad que apenas comienza a defenderse de un shock neoliberal que nosotros conocemos y rechazamos desde hace casi 30 años.

Por eso me dan grima estos colonizados mentales que propagan la clonación de Plaza del Sol: la cuestión es comprarse una Nike anonymous, una Gap indignada y una Levi’s Occupy Mexico y tratar a nuestros connacionales de cobardes incapaces de ver la luz de la indignación.

Son delirios de casta divina que afectan a algunos indignados mexicanos (no a todos ciertamente) y demuestran dos cosas a carta cabal; la completa ignorancia del país donde viven y su desprecio por una realidad social sin la cual ningún proceso de cambio es posible.

La enfermedad del malinchismo ronda el plantón de la Bolsa Mexicana de Valores. Así que si quieren evitar tanto rollo mimético, dejen de mirar a Europa y fíjense por ejemplo en Venezuela o en Chile. Y en todo lo que nuestro país lleva andado en algo más de seis lustros.

Así pasaremos de simulaciones infantiles y aterrizaremos en México donde hay mucho que hacer siempre que nos quitemos los anteojos coloniales. Dejemos las Ray-Ban #15M en casa y puede que empecemos a ver nuestro entorno con una mirada que no se nutra de clichés ajenos. Treinta años de experiencias colectivas no se pueden echar a la basura sólo por comprar trajes clonados en el Zara de la indignación.

Indignación wannabe. Justo lo que no necesita México.