Skip to content

La historia de Marc Menard, perdido en la zona más peligrosa del mundo.

Desde que contrajo matrimonio en Playa del Carmen con su novia Canadiense, hace 15 años, Marc Ménard no dejó de volver a México. Cada año, este canadiense -un chofer de autobús hace desde 18 años como lo fue su padre, ahora retirado-, realizaba un viaje hacia el sur del País, donde siempre se sintió cautivado por las playas y las culturas prehispánicas.

A tal grado llegó la pasión por las culturas antiguas del oriundo de Lachute, Quebec, que entre sus tatuajes se grabó una pirámide maya y un Chac Mool en el pecho.

El 12 de diciembre pasado, Marc, de 44 años, inició un nuevo viaje de reencuentro personal, como él decía. La particularidad fue que en esta ocasión no tomó un vuelo, sino que lo quiso hacer en una camioneta blanca Pontiac y sólo en compañía de una basset hound a la que llamó Maya. El hombre salió de Quebec, visitó el Gran Cañón y, ya en México, fue a Nuevo Vallarta, Tizupan, Ixtapa Zihuatanejo y Zipolite, entre otros lugares.

Después, cruzó la frontera para ir a Guatemala, donde pasó el fin del mundo maya, el 21 de diciembre de 2012. De todo esto saben sus familiares porque continuamente daba noticias suyas en su cuenta de Facebook.

De regreso del fin del mundo, volvió a México, pasó por Real de Catorce y, desde Matehuala, dio a conocer en su cuenta de Facebook el 12 de marzo que buscaba veterinario, pues requería de un documento para Maya. Fue lo último que se supo.

De acuerdo con autoridades mexicanas, Marc quiso cruzar el 14 de marzo a Estados Unidos por la frontera de Tamaulipas, pero la aduana de ese país se lo impidió porque Maya carecía del papel requerido. Así, Marc fue regresado a Nuevo Laredo, una de las ciudades más violentas del norte del México.

Ante el silencio del canadiense, la familia emprendió una campaña de búsqueda en redes sociales. Según lo recabado, en la Agencia No. 7 del Ministerio Público, Marc habría sido abordado por jóvenes que lo subieron a un Taurus gris 2001. Uno se llevó la camioneta y a la perra, la cual fue dejada en el patio de una casa de Nuevo Laredo. Ahí fue encontrada la basset hound y, uno de los delincuentes, detenido.

Pero de Marc no hay noticias.

Vía correo electrónico un familiar comenta que no han recibido llamadas de rescate y que la actuación oficial, tanto de las autoridades consulares como de las mexicanas, ha sido muy lenta.

Ninguna llamada, explica. Marc no tiene buen memoria para los teléfonos, no habla español y muy poco de inglés, solamente francés.

La Embajada ayuda, pero tenemos que molestarlos para que busquen información de la investigación en Nuevo Laredo. Se demora mucho.

El familiar habla del impacto que ha tenido la ausencia del chofer de autobús.

Su hija de 18 años se enfermó. Todos bajamos de peso. Todos estamos tristes y nadie entiende por qué los mexicanos tocan gente inocente. Marc es una buena persona que nunca hizo algo mal a la gente, es pacífico.

Toda la provincia de Quebec quiere que la persona que lo detuvo lo suelte. O, si lo mataron, tienen que decirlo, porque vivir sin saber nos mata a nosotros también. Tenemos fe de que Marc vive, señala.

Hoy se cumplen tres meses de la desaparición de este hombre con el palacio maya tatuado. La familia anuncia una recompensa de 120 mil pesos a quien ofrezca información que ayude a encontrarlo.

buscarmarcmenard@gmail.com    00-1-438-985-8300  Facebook avis de recherche marc menard.

MIL GRACIAS, SU AYUDA ES PRECIOSA.

 

MARIE-JOSEE TESSIER

@supraqueen74