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La lucha feminista en medio de la crisis sanitaria del coronavirus: un bastión de apoyo sistemático.

La lucha contra las desigualdades femeninas se ha visto más ahora por causas de las medidas que se han tomado a lo largo del globo con la crisis pandémica del CO-VID 19.

Al igual ha acentuado las mayores disparidades del sistema económico con el que millones de personas  se encuentran viviendo en situaciones desfavorables y casi en la miseria. Pues la crisis ha incidido a publicar que en todas las regiones del mundo el techo y la sostenibilidad económica de una familia depende de la jornada de trabajo diaria y que ni si quiera esas personas pueden tener un acercamiento directo a los recursos de primera necesidad. 

El aislamiento social también ha hecho repartir las tareas domésticas y trabajar más horas en un ordenador casero, pero las mujeres siguen realizando sus actividades domésticas como cuando no hay pandemia, pues hay un 80% de la población que no tienen una figura paterna en el mundo y la custodia parental depende de las madres solteras en el mundo y ellas mismas son las que atienden a sus hijas(os) cuando están enfermos y no hay pandemia esparcida por el mundo, a lo que ellas ya están acostumbradas a vivir en aislamiento indirecto y a la desolación de género. 

Es ahora que estas mujeres solteras se han dado la tarea de distribuir las tareas del hogar y además encontrar fuentes de trabajo vía remota para aprovechar un ingreso y además deben hacer un chequeo continuo de los síntomas que esparcen como información por internet. A todo ello, la sanidad no ha tocado la puerta de las mujeres a las que en estos días se les ha robado su tiempo libre y el disfrute del entretenimiento porque hay que buscar ingresos desde los medios electrónicos y las fuentes digitales para tener un monto que gastar en el confinamiento. Además un 75% de las personas que cuidan a los enfermos por el CO-VID son mujeres cubren múltiples roles de género al ser madre, comunicadora de sanidad, proveedora de casa, cocinera, administradora de servicios básicos mientras prepara clases a distancia.

Por si fuera poco lo anterior, en América Latina se ha visto publicar algunas notas de diferentes países que al imaginario feminista le preocupa la incidencia de la violencia de género que se propaga ya más con las medidas de aislamiento, pues en varios países, no solamente latinoamericanos, la policía que se encarga de administrar los casos de violencia doméstica han registrado un aumento del 30% durante estos días, por lo que la voz de las mujeres violentadas en casa ha sido sometida a guardar silencio, así que se deben activar mecanismos de comunicación efectiva vía remota para denunciar los casos.

En otros lados periféricos los feminismos crecen y buscan organizar a la gente para actuar conforme la sobrevivencia nos clama; como lo es el caso vasco, el movimiento feminista ha aprovechado la crisis para comunicarle al mundo más incapacidades de los gobiernos en materia de cuidados y sanidad preventiva, pues el colectivo ha denunciado que la crisis pandémica los elementos sociales del Estado no han sabido educar a sus ciudadanos, pues la lógica neoliberal ha constreñido a la población a resolver los problemas a través del mercado con una carencia cultural y educativa de un buen sistema sanitario de carácter público. Pues ellas llaman esto ‘una crisis de cuidados’, pues el virus ha sido dirigido a obstaculizar el desarrollo civil de los países, porque las mujeres han sido “confinadas en sus hogares, las migrantes sin derecho a la salud; las trabajadoras internas que siguen trabajando a riesgo de ser contagiadas, y las víctimas de violencia machista, quedan aisladas junto con sus agresores”. Por esto la población vasca feminista ha decidido organizarse sin exclusión de sus partidos políticos para dar solución y atenderse entre ellos mismos. 

Otro ejemplo de la organización feminista durante esta crisis sanitaria es el movimiento global que está trabajando la Asamblea CF8M en Chile, quienes se han organizado por medio de “catastros de las poblaciones de riesgo y sin redes de apoyo, organizando con esto el cuidado colectivo. También, se llama a crear equipos de cuidado para los menores, en especial de los padres que continúan en sus trabajos”. Esta misma Asamblea está organizándose para que en la totalidad del mundo civil se presionen a los sindicatos para que acepten que sus empleadores suspendan el trabajo presencial. Además las medidas van dirigidas también para que los gobiernos opten por una política de protección pública mediante la tutela estatal de los derechos humanos para los ciudadanos como el congelamiento inmediato de los precios de los productos de primera necesidad, es decir, la organización con uso de la presión ha sido la vía más eficaz del feminismo para perpetuarlo y hacer accionar al individuo en desigualdad.

En consecuencia la crisis del coronavirus ha hecho más notorio los roles socialmente establecidos del sistema machista, pues el cómo se comportan los varones ante las medidas de cuidados personales en estos días es la permanencia de asumir la jerarquía doméstica sin reflexionar en qué actividades sin descuidar su figura de proveedor tiene que asumirse los hombres para regenerar sus equilibrios sociales frente a las mujeres. Por ello se debe seguir fomentando la educación feminista para que se actúe en consecuencia de una división equitativa de los roles de género, en donde la propagación de los cuidados involucren las masculinidades y reduzcan la desigualdad femenina. 

Recientemente hemos visto fotos en la web sobre lo maravilloso que luce Venecia y China sin contaminación debido a una baja de la huella humana que se dedica al turismo descontrolado y a la producción masificada sin preocupación de terminarse los recursos naturales de los cuales somos dichosos de seguir teniendo. Pero, ¿qué pasaría si el mundo dejara de tener personas que generen toda esa producción mundial, quiénes toman esas fotografías para darnos cuenta de lo acontecido? Obviamente la vida humana no existiría sin la concepción biológica que únicamente la mujer puede realizar, pues sin ellas el mundo no sería contemplado por la naturaleza humana que se ha vuelto depredadora de sus propios medios y ha echado con ultranza el privilegio de acaparar los bienes que les corresponden a los demás para poder vivir. Por ello la lucha feminista es sistemática y es necesaria para regenerar el componente político-social en el que vivimos, no hay vuelta atrás. 

https://www.theguardian.com/us-news/2020/mar/16/womens-coronavirus-domestic-burden 

https://www.elciudadano.com/chile/coordinadora-feminista-8m-presenta-plan-de-emergencia-ante-la-crisis-por-coronavirus/03/18/ 

https://www.theatlantic.com/international/archive/2020/03/feminism-womens-rights-coronavirus-covid19/608302/ 

https://www.elespectador.com/coronavirus/con-el-encierro-por-coronavirus-es-posible-que-incremente-la-violencia-de-genero-articulo-910145 

https://www.elsaltodiario.com/coronavirus/movimiento-feminista-crea-mesa-tecnica-crisis-cuidados