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Acusan de asamblea ilegal a activista singapurense que organizó protesta con pancarta de “carita feliz”

En respuesta, Jolovan Wham lanzó en Twitter la campaña #SmileInSolidarity

Jolovan Wham frente a una comisaría mientras sostiene una pancarta con una carita feliz. Fuente: Facebook.

El 23 de noviembre, el activista Jolovan Wham fue acusado de asamblea ilegal por haber sostenido una pancarta con una “carita feliz” delante de una comisaría el 28 de marzo.

Wham organizó esta protesta de un solo hombre en solidaridad con dos jóvenes activistas del clima que sostenían pancartas para llamar la atención sobre el papel de Singapur como cómplice de esta crisis climática. El 13 de marzo, uno de los activistas se paró delante de la oficina de la compañía Exxon Mobil con una pancarta que decía: “planeta sobreexplotado”, “huelga escolar por el clima”, y “ExonMobil mata a gatitos y cachorros”. El 22 de marzo, otro joven activista organizó una protesta en solitario con una pancarta frente de la comisaría con las palabras: “SG [Singapur] es mejor que el aceite”.

La Policía citó a los dos jóvenes activistas, confiscó sus teléfonos y los sometió a una investigación.

Después de organizar su protesta en solitario, Wham también fue investigado.

En respuesta a esta investigación, Wham lanzó la campaña #SmileInSolidarity [Sonríe en solidaridad] para destacar la restricción del derecho a la libertad de expresión en Singapur. Explicó el tema de esta campaña:

I wanted to come up with a way for people to participate in this discussion about civil liberties through a fun, clever and non-aggressive way.

Quería encontrar una forma de que la gente participara en este debate sobre las libertades civiles de una manera divertida, inteligente y no agresiva.

A través de Instagram y Twitter se puede acceder a las fotos que usan esa etiqueta.

Recién en noviembre la Policía anunció que se presentaron cargos contra Wham. Lo informó en Facebook y Twitter:

I was there solely to take photos for the purpose of uploading them on social media. I barely stayed in the area for more than several seconds. Yet, what I did has been deemed as a public protest by the State.

Únicamente estaba allí con el objetivo de tomar fotos para publicarlas en las redes sociales. Estuve en ese lugar apenas algunas segundos. Sin embargo, el Estado ha considerado que lo que hice fue una protesta pública.

El segundo cartel que sostuve fue en el exterior de la Corte Estatal, donde insté al Gobierno a desestimar sus acusaciones penales contra Terry Xu y Daniel De Costa. En ambas ocasiones, estuve ahí solamente para tomar fotos con el fin de publicarlas en medios sociales.
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Estuve ahí apenas algunos segundos. Sin embargo, el Estado ha considerado que lo que hice fue una protesta pública.

La publicación de noticias sobre la presentación de un caso judicial contra Wham hizo renacer una petición en línea para solicitar la revisión de la Ley de Orden Público. Según la ley, las protestas sin permiso policial solo están permitidas en el parque Speaker’s Corner [Esquina de los oradores]. Para celebrar asambleas fuera de este parque es necesario un permiso policial. Pero los demandantes reclaman que la ley proporcione una definición más amplia del término “asamblea pública”:

The definition of ‘public assembly’ in the law is so broad that one individual handing out flyers on the street or collecting signatures for a petition, will be deemed to have committed an offence if they did not have a permit to do so.

Our ability to advocate for change and speak up against injustice are severely restricted by regulations which do not allow us to assemble freely outside of Speaker’s Corner. We must have the right to do so even if such acts are uncomfortable to those in power. This is how a democratic society functions and citizens should not be punished for speaking their truths.

En el ámbito legal, la definición de “asamblea pública” es tan amplia que si una persona reparte folletos en la calle o recoge firmas sin autorización para una realizar una petición será juzgado por haber cometido un delito.

Nuestra capacidad para abogar por el cambio y manifestarnos contra la injusticia se ve enormemente limitada por las normas que no permiten organizar asambleas libremente fuera de Speaker’s Corner. Debemos tener el derecho de hacer todo lo posible aunque esas acciones resulten incómodas para quienes están en el poder. Así es como funciona una sociedad democrática y los ciudadanos no deberían ser castigadas por decir sus verdades.

En reacción a las noticias globales publicadas sobre el caso de Wham, el Alto Comisionado de Singapur en Camberra envió un comunicado al programa de radio de Australia ABC para explicar la postura del Gobierno sobre este asunto:

If protests or demonstrations are allowed all across Singapore, we will have to consider how business interests, and ordinary Singaporeans, among others, would be affected, having observed how disruptive and destabilising protests elsewhere have been. It is also not possible to determine what size a protest would or would not hurt public order. Even a one man protest can cause some disruption to public order, or can escalate.

Si se permiten las protestas o las manifestaciones en todo Singapur, tendremos que considerar cómo los intereses comerciales y los ciudadanos singapurenses de a pie, entre otros, se verían afectados, tras haber observado lo revolucionarias y desestabilizadoras que han sido las protestas en otros lugares. Tampoco es posible determinar cuánto puede afectar o no estas protestas al orden público. Hasta una protesta en solitario puede provocar alteración del orden público, o puede aumentar.

Wham respondió a través de Twitter:

Es una mala señal que la aplicación de la ley sea autoritaria hasta el punto de que genera burla. Un ejemplo concreto de esto es la criminalización de mostrar un emoticono, y todo para evitar que se establezca un precedente de protesta. Resulta trágico que los líderes de Singapur tengan tan poca confianza en que su pueblo […].
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[…] ejerza de manera responsable las mismas libertades civiles básicas que los ciudadanos de otros países con un nivel similar de desarrollo y de ingresos. Y es claramente deshonesto que el Gobierno seleccione las historias relacionadas con disturbios otros países para así argumentar la necesidad de implantar estas restricciones de derechos.

Grupos de derechos humanos han expresado su apoyo a Wham. Amnistía Internacional ha pedido al Gobierno de Singapur que abandone su “caso absurdo” contra Wham:

The charges are emblematic of how restrictive laws such as the Public Order Act are routinely used as tools for intimidation, harassment and political repression by the Singaporean government.

Los cargos son un ejemplo de cómo leyes restrictivas como el Gobierno singapurense usa rutinariamente la ley de orden público como herramientas de intimidación, acoso y represión política.

En caso de que se le declare culpable, Wham enfrentaría una multa máxima de 5000 dólares singapurenses (unos 3740 dólares estadounidenses).

No es la primera vez que Wham ha enfrentado un juicio por su activismo. En 2017, fue acusado de organizar una asamblea ilegal respecto al foro a puertas cerradas en el que participó el líder juvenil hongkonés Joshua Wong, que participó a través de Skype.

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Publicado originalmente en: Global Voices (Creative Commons)
Por: Elisabet Sanchez Gonzalez el día 21 December, 2020