En un escenario de enfrentamiento y descalificación, el Congreso aprobó por votación unánime “estudiar” las propuestas del movimiento #15-M.
Se trata de la primera respuesta de mínimos a las protestas de los indignados y en este marco, se acordó “aprovechar el trámite parlamentario de la ley para examinar las medidas que sean necesarias para profundizar en la democracia y la participación política, además de la transparencia y control de las instituciones democráticas”.
Las reacciones a esta determinación han ido desde el optimismo discreto como el de esta twittera:
Hasta el escepticismo como da muestra la opinión de este lector de un diario:
La semana pasada nos acusaban de atentar contra el estado de derecho, de secuestrar la democracia, de ser kale borroka… y ¿ahora quieren “estudiar nuestras propuestas?” ¿qué pasa? ¿Que van a estudiar las propuestas de unos supuestos terroristas que ningún democrata debe tolerar? o ¿es que habrán cambiado su opinión?. Lo primero que tienen que hacer es disculparse públicamente reconociendo sus falacias y la intención de las mismas. Lo segundo que a ver si aprenden la lección… que cuando uno miente, miente y miente… al final no le cree nadie! (aunque fuera verdad” Quizá lo que ocurre es que a estos políticos nunca les contaron el cuento de “pedro y el lobo” cuando eran niños…
Y mientras tanto, los indignados de todas partes de España no paran, las protestas no cesan y se esperan más jornadas y asambleas.