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Así intentaron difamar al periodista que mostró el fraude de Wirecard

La campaña de acoso que sufrió el periodista Dan McCrum del ‘Financial Times’ que destapó el fraude de Wirecard se extendió durante años en las redes sociales, pero trascendió a las propias esferas de los poder fácticos de Alemania durante años.

La difamación llegó en forma de acusación de conspiración con inversores bajistas para hacer caer la acción de Wirecard. Los reguladores alemanes, la Bafin, comenzaron a investigar a los periodistas de FT, azuzados por cargos políticos del país y las presiones de la propia Wirecard. Las principales cabeceras de la prensa alemana se hacían eco de las presuntas sospechas sobre McCrum.

Pero al final, todo se vino abajo. Un par de años después de que los bots de Twitter atacaran, Wirecard es un desastre en llamas. El ex director ejecutivo, Markus Braun, está en la cárcel esperando juicio junto con otros colegas, mientras que el ex director de operaciones de la compañía, Jan Marsalek, está prófugo. Esta es la historia de lo que fue desentrañar y exponer la realidad de una empresa criminal que se apoyo en una red de habilitadores profesionales para mantener en movimiento uno de los mayores fraudes corporativos de la era moderna.

El espionaje al que estaban siendo sometidos en la redacción del FT pronto fue detectado y McCrum pasó a trabajar en una sala de la redacción aislada, sin ventanas y con un ordenador blindado y desconectado de la red. No debían escatimarse las precauciones después de que desde el entorno de Wirecard comenzasen las amenazas para que dejase de publicar información sobre la compañía. McCrum cuenta que, en uno de esos contactos, alguien cercano al número dos de la empresa alemana llegó a ofrecer “10 millones de dólares por el silencio periodístico” y una buena cantidad a otros empleados del periódico por borrar o modificar los artículos de la web Ft.com, un fraude editorial que puso en guardia a los editores.

De no ser por el respaldo de los editores del Financial Times como el diario de referencia en información económica junto a The Wall Street Journal, la presión que sufrió contando los tejemanejes financieros de Wirecard podían haber acabado mal para él. Una trama fraudulenta que se torno en criminal se inventó durante años las cuentas de Wirecard con facturaciones ficticias.

Fuente: La Información

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