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BAJO EL EFECTO DOPPLER: ANTON CORBIJN

Utopías en Blanco y Negro.

El primer plano de un rostro es tan obsceno como un órgano sexual visto de cerca. Se trata de un órgano sexual. La promiscuidad del detalle, el zoom-in, adquiere un valor sexual.

Jean Baudrillard

Se trata de un juego pagano, de una complicidad siniestra que abre paso a un ritual donde  forma y contenido se disuelven entre luces y sombras. La cotidianeidad que traspasa los cuerpos  busca una excusa para hacerse presente en cada gesto, en cada seña… poblando mirada y silencio bajo la inspección de un ojo que  vigila a través del lente profeta.

Y la historia comienza a contarse, ya no en letras  y palabras de los que buscan la verdad, sino en la imagen reveladora de discursos ambiguos, de horizontes marcados por el territorio de una realidad inverosímil.

Una fotografía traída al mundo, no como testigo del tiempo ni como el testimonio de algún momento mundano, sino más bien como la ambición por alcanzar la emotividad oculta detrás de la apariencia.

Anton corbijn
es sin duda alguna uno de los fotógrafos de mayor renombre en el mundo, y quien ha marcado un antes y después dentro del campo de la fotografía ya sea en la música o la cultura pop.  Originario de Strijen, Holand, Corbijn da sus primeros pasos en el mundo fotográfico gracias al seguimiento que le da a bandas legendarias como Joy Division y Public Image Ltd. Mismo trabajo lo llevo a publicar en revistas de la talla de Vogue y Rolling Stone.

Poseedor de un ojo privilegiado y de una sensibilidad desbordada por el detalle y la sutileza, Corbijn inmortaliza no solo a los artistas sino también a las obras musicales, colaborando en el diseño de imagen de portada de diferentes álbumes y de sets de conciertos  así como también se ha destacado por realizar videos de singles clásicos tales como Personal Jesus , Enjoy the silence entre otros.

Durante el año del 2006 estrena la película Control, un film  sobre la vida del polémico vocalista de la banda Joy Division, Ian Curtis. El trabajo es aceptado con grandes comentarios tanto del público en general como de la crítica especializada, llevando a Anton hacia los parámetros de cineasta de culto.

Actualmente resultaría imposible contar la historia de la fotografía dentro del rock sin nombrar a este holandés, que a base de un destacado talento y empeño ha sabido abrirse paso dentro de los terrenos artísticos y culturales de esta época, trayendo consigo una horda de adeptos y detractores, propios de todo genio.