¿Qué es el ACTA?
El ACTA (por sus siglas en inglés: Anti Counterfeiting Trade Agreement, o sea, Tratado Contra el Comercio de Falsificaciones) es una propuesta para un acuerdo comercial a nivel global para luchar contra las falsificaciones, tanto de bienes físicos (por ejemplo, medicamentos) como de bienes que se distribuyen por internet (películas, libros, etc). Los países que participan en las negociaciones son EEUU, Unión Europea, Japón, Australia, Suiza, México, Corea del Sur, Nueva Zelanda, Jordania, Marruecos, Singapur, Emiratos Árabes Unidos y Canadá.
¿Por qué es polémico el ACTA?
El ACTA despertó las suspicacias de la comunidad de internet a raíz de que sus negociaciones, que comenzaron en 2006, estaban siendo llevadas a cabo en el más riguroso secreto. En mayo de 2008 un documento de discusión se filtró en WikiLeaks, a raíz de lo cual los medios comenzaron a investigar sobre el ACTA. En 2010 los usuarios de Twitter iniciaron una intensa campaña contra el ACTA, argumentando que el tratado violentaría la privacidad de las comunicaciones, convertiría en delitos penados con cárcel lo que ahora son simples faltas y que tendría efectos muy negativos en cuanto a la distribución de medicamentos genéricos en países subdesarrollados, dado que los criminalizaría al ser “copias” de los medicamentos “originales”, vetando así el acceso a la medicina a millones de personas en todo el mundo.
¿A quién le afecta el ACTA?
De momento -escribimos esto para lectores hispanohablantes- te afecta si vives o planeas vivir o viajar a Estados Unidos, España o México.Posiblemente te afecte de todos modos ya que si gigantes como USA y la Unión Europea logran aprobar el tratado es muy posible que tu país acabe por firmarlo también. En el caso de España, su futuro depende de la decisión que tome finalmente el Parlamento de la Unión Europea. En el caso de Estados Unidos, si es eres de ahí, has de saber que tu país es el principal promotor de este tratado junto con Japón. En el caso de México, la aprobación final deberá darla el Senado Mexicano, que está llevando a cabo jornadas de debate y análisis para decidir si da o no su apoyo al ACTA.
¿Cómo te afecta el ACTA?
Si el ACTA llega a aprobarse, es muy posible que tu país, aunque no estuviera en las negociaciones secretas originales, se vea presionado para firmarlo. El ACTA busca blindar el pago de los derechos de autor en todo el mundo, instituyendo controles fronterizos que te impedirán transportar -por ejemplo- discos duros, reproductores de música, etc con copias de materiales de los cuales no poseas los derechos de autor. Busca también endurecer las políticas de protección de derechos de autor en todos los países que lo firmen mediante todos los medios necesarios (endurecimiento de redadas y penas de cárcel, redadas policíacas, etc.) y colaboración en la detección de estos “delitos” entre distintos países. Esto afecta a cualquier producto sometido a derechos de autor -ya sea tecnológico, cultural, médico o natural-. Las semillas y plantas con patente también se verían afectadas por este tratado. ¿Te suena a ciencia ficción? ¡No lo es:
“La familia Thomasen, de Louisiana, Estados Unidos, fue demandada por más de un millón de dólares por Monsanto después de que, sin saberlo, sembraron algodón transgénico de esa empresa. La familia compró semillas sin marca y no sabían que estaban usando semillas patentadas de Monsanto, perdieron la demanda y tuvieron que declararse en bancarrota…” (Greenpeace, febrero 2008)
De hecho, empresas “creadoras” (o patentadoras) de semillas como Monsanto, Syngenta y Dupong ya están empezando a presentar demandas no solo por el uso no autorizado (sin pago de derechos de autor, por así decirlo) de sus semillas, sino también de sus productos derivados como la carne de cerdos alimentados con semillas patentadas. (Inforganic, 2010).
¿Cuándo estará listo el ACTA?
No se sabe exactamente. En un principio debía estar listo para 2010, pero al parecer las negociaciones se retrasaron. En enero de 2011 tuvo lugar la séptima ronda de negociaciones en México, que se espera que sea la última. Ahora está en tus manos hacerle saber al Senado mexicano tu opinión. Nosotros estamos en contra. Si tú también lo estás ¡dilo! Comenta, escribe, participa…pero haz oir tu voz.