Manuel Castells (13.10.2018)
El 28 de octubre probablemente el capitan retirado Jair Bolsonaro sera elegido presidente de Brasil. Su lema: “Brasil y Dios por encima de todo” Defensor de la dictadura militar, cuyo error, segun el, fue no matar en lugar de torturar. Sexista militante: las mujeres no pueden cobrar como los hombres porque quedan embarazadas. Violentamente anti-gay, lesbianas y transexuales: preferiria un hijo muerto en un accidente a que fuera gay. Racista, contra afro-brasilenos e indigenas. Contra la democracia, “una porqueria”. En 2000 afirmo que fusilaria al entonces presidente Cardoso. Y en 2016 dijo que mataria a todos los “petistas” del Acre. Investigado por corrupcion. Y, aunque no se cita, terrorista. En 1987, planeo poner una bomba en el acueducto Guandu (Rio), operacion “Beco Sin Sendo”. Juzgado por un tribunal militar y absuelto por falta de pruebas. Tiempo despues la policia federal verifico caligraficamente que el croquis de la bomba era suyo. Demasiado tarde.
Como es posible que un tipo moralmente tan deleznable (“la cosa” como le apodaron las mujeres), aunque ahora se desdiga, obtuviese el voto del 46% del electorado? El nucleo de su apoyo esta formado por hombres blancos, de edad media y estudios superiores. Pero tambien un tercio de las mujeres. Los mas ricos votaron masivamente por el y solo los mas pobres, y el Nordeste pobre, votaron mayoritariamente por Haddad, el candidato del PT. Fue un voto urbano, de clase y raza. Pero con un rasgo decisivo: la inmensa mayoria de los evangelicos, que son 25% de los brasilenos, votaron por “la cosa” alentados por sus pastores. Defensa de la familia, contra el aborto, contra la homosexualidad, contra la educacion sexual en las escuelas, vuelta al reino de Dios como norma. O sea una “sharia” supuestamente cristiana.
Pero las causas inmediatas del masivo voto por un orden autoritario son dos: la crisis economica que vive Brasil desde 2013 y el hartazgo con la corrupcion generalizada del sistema politico, empezando por el Partido de los Trabajadores de los Presidentes Lula y Roussef elegidos por cuatro periodos sucesivos..
La crisis fue consecuencia de la reduccion de la demanda en los mercados mundiales agro-pecuarios y de materias primas. Pero se agravo por el aumento insostenible del gasto publico para mantener la legitimacion mediante redistriducion, aun a riesgo de incrementar la inflacion, tan temida en Brasil. Sin embargo, fueron los escandalos de corrupcion, publicitados por los grandes medios, los que hundieron al PT, y al propio Lula, en la mente de los ciudadanos. A lo que siempre habian hecho los partidos brasilenos, a saber la expoliacion de las empresas publicas para financiarse, se unio la venta de favores y exenciones a grandes empresas privadas de construccion e infrastructura, como Odebrecht (el corruptor de America Latina), para pagar sus campanas, y de paso enriquecerse personalmente. Hubo la esperanza de que el PT seria diferente. Cuando se descubrio que no era asi y cuando el PT se encastillo en la arrogancia de negarlo todo, incluso despues de las revelaciones del caso “Lava Jato” los ciudadanos se rebelaron. Y salieron a la calle. En 2013 jovenes con espontaneas criticas contra sus condiciones de vida. En 2015, clases medias urbanas, en parte nucleadas por el Movimiento Brasil Libre, de extrema derecha, financiado por los hermanos Koch, magnates estadounidenses que apoyan el neofascismo en el mundo. La corrupcion del Estado, sin distinciones ideologicas, se ha convertido en el problema central de America Latina. Y precisamente porque el desarrollismo impulso la creacion de nuevas clases medias, con mayor educacion y conscientes de sus derechos, la ciudadania se ha hecho activa.
Ahora bien, el proceso politico de movilizacion electoral ha jugado un papel decisivo el en triunfo de “la cosa”. Sobre todo, el efectivo uso de las redes sociales en Internet. Este es un dato que cambia la politica y que se repite una y otra vez. Lo que eran los medios de comunicacion anteriormente son las redes sociales en la actualidad. De hecho, los grandes medios, aunque cavaron la tumba de Lula en alianza con los jueces, criticaron duramente a Bolsonaro. Pero la estrategia del capitan se fundo, desde 2015, en el uso de las redes para difundir informaciones o desinformaciones daninas sobre Roussef y Lula asi como para propagar mensajes agresivos en favor de sus tesis. El estudio del experto Marcelo Branco (co-fundador del movimiento pro-software libre en Brasil) muestra como miles de activistas de derecha destacaron en las redes los combates de la policia contra los criminales, justificando la pena de muerte que Bolsonaro apoya. Atacaron a las mujeres, a LGBTQ, a los negros, a los indigenas, que se convirtieron en objetivos de Bolsonaro. Asimilaron al PT a Venezuela (suena familiar?). Y mintieron descaradamente sobre el programa de Haddad. para derrotarlo, una estrategia facil: Haddad es Lula. El PT cayo en la trampa porque nunca entendio que para millones, Lula ya habia sido condenado. Los “cosos” utilizaron grupos de “what’s app”, programando los apoyos para acciones conjuntas en Facebook, Twitter, Instagram y, sobre todo, en You Tube. Participaron miles de voluntarios, amplificados por robots, y coordinados profesionalmente.
Hay un factor mas. A partir del momento en que Bolsonaro aparecia como posible ganador las grandes empresas nacionales y multinacionales, y la Bolsa, apostaron por el. Y en concordancia, el candidato nombro guru economico al ultra-liberal Paulo Guedes, investigado por corrupcion, y prometio la privatizacion del sector publico y bajada de impuestos. Paso al neo-liberalismo, ahora de verdad. La clase empresarial brasilena ha encontrado un nuevo salvador, bendecido por los evangelicos y apoyado por todos aquellos que prefieren un militar anti-democrata a un ladron. Porque , para ellos, todos los politicos son ladrones. Menos Bolsonaro, politico profesional. Asi estamos. En Brasil y no solo en Brasil.
* Publicado originalmente en La Vanguardia
Vía Marcelo Branco