En una de las peores oleadas de incendios forestales, el presidente Jair Bolsonaro politiza la situación y acusa a asociaciones ambientalistas de estar detrás de la tragedia:
Puede estar habiendo, sí, puede, no lo estoy afirmando, una acción criminal de esos ‘oenegeros’ para llamar la atención contra mi persona, contra el gobierno de Brasil. Esa es la guerra que estamos enfrentando”, afirmó Bolsonaro a periodistas a la salida de su residencia oficial en Brasilia.
El mandatario no explicó en qué basaba sus sospechas, pero aseguró que esas organizaciones, que según él representan intereses extranjeros, “están sintiendo la falta de dinero”, después de que el gobierno suspendiera recursos que les eran asignados.
“Sacamos dinero de las ONG. De las transferencias de fuera [para la protección de la Amazonía], el 40% iba para ONG. No tienen más. Acabamos también con las transferencias de órganos públicos [a las ONG]”, se jactó.
“El fuego se prendió, parece, en lugares estratégicos (…) Ni ustedes tendrían condiciones de filmar todos los lugares donde hay fuego y mandarlas para fuera. Por lo que todo indica, fueron allí para filmar y prender fuego. Eso es lo que siento”, agregó.
También apuntó contra gobernadores “que tienen connivencia con lo que está sucediendo y le echan la culpa al gobierno federal”.