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Carlos Muñoz Ferrada rompió el silencio para confirmar el acercamiento del Hercolubus

Muñoz Ferrada

Carlos Muñoz Ferrada rompió el silencio para confirmar el acercamiento del Hercolubus

El astrónomo, sismólogo y científico chileno Carlos Muñoz Ferrada rompió el silencio para confirmar el acercamiento del Hercolubus, al que llamó “planeta-cometa”, y reveló el día y la hora en que sería visto.

Por más de medio siglo, Muñoz Ferrada impactó al mundo con sus pronósticos astronómicos y geofísicos. Una de sus predicciones más estremecedoras apareció publicada en el diario El Sur de Concepción el 19 de enero de 1939. Allí anunció que, pocos días después, un devastador terremoto sacudiría Chile. Su advertencia se cumplió con apenas cuatro horas de diferencia: el 24 de enero, a las 11:29 de la noche, un sismo destruyó cinco provincias del sur, causando la muerte de 40 mil personas.

A lo largo de su vida, sus aciertos continuaron: el gran terremoto de 1960 en Chile, cuyo maremoto alcanzó incluso Alaska; el sismo de 1965 en La Ligua; y el terremoto de 1985 en Valparaíso. Su método, al que llamó “ciencia geodinámica”, le permitió anticipar terremotos, erupciones volcánicas y alteraciones climáticas, además de calcular con exactitud trayectorias de cometas antes de ser observados por telescopios.

Su prestigio fue tal que la Royal Astronomical Society of London modificó su normativa, declarando que todo nuevo cometa llevaría el nombre de quien lo hubiera calculado primero, y no de quien lo descubriera por azar.

En 1996, a los 90 años, Muñoz Ferrada reveló su predicción más controversial: la llegada del Hercolubus. Según explicó, no era un cuerpo celeste común, sino un “planeta-cometa”: con cola, gran masa y un movimiento irregular. Describió que viajaba con tres velocidades distintas, alcanzando hasta 300 km por segundo, y que su órbita lo traía desde un “sol negro” distante hasta penetrar el sistema solar.

Indicó que el 11 de agosto de 1999, durante el eclipse solar total, el Hercolubus se haría visible a simple vista, más grande que la Luna. Advirtió que los astrónomos lo confundirían con Marte, pero que en realidad era el astro que traería graves consecuencias para la humanidad.

Según sus cálculos, este cuerpo celeste provocaría grandes terremotos de carácter volcánico en puntos críticos como el Mediterráneo, el sur del Pacífico y Asia. Además, su campo gravitacional produciría un cambio geofísico y humano: un desplazamiento de los polos de la Tierra.

Muñoz Ferrada vinculó sus estudios con pasajes del Apocalipsis y del libro de Daniel, interpretando que el “silencio de media hora” descrito en la Biblia equivalía a un período de tres años y medio, que culminaría precisamente con el eclipse del 11 de agosto de 1999.

Con tono solemne, afirmó:
“El cambio viene, la destrucción viene. Más que nada afectará la existencia misma de la humanidad, su producción y subsistencia. El Hercolubus está confirmado. El 11 de agosto aparecerá y sorprenderá al mundo.”

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