Retomamos el hilo de Twitter de Jaime Obregón donde desmenuza esta peculiar aplicación y su interesante sistema de validación
Las protestas en Cataluña (y en Madrid) se están coordinando desde una app móvil recién publicada por una cuenta anónima: @tsunami_dem. Me he bajado el APK, lo he destripado y como es lógico no parece contener la relación de siguientes objetivos. Pero el proceso es muy curioso. pic.twitter.com/1sknw5TTpY
— Jaime Gómez-Obregón (@JaimeObregon) October 14, 2019
En primer lugar, parece que la app requiere de ser "activada". Pero no por un actor central, sino por "una persona de tu entorno próximo". ¿Es quizá un mecanismo de validación para evitar infiltraciones y operaciones de "falsa bandera". No soy de conspiranoias, pero "makes sense"
— Jaime Gómez-Obregón (@JaimeObregon) October 14, 2019
Parece una especie de plataforma anónima para coordinar "flashmobs" como las de hoy en El Prat y en Barajas. Asegura que "mañana (habrá) más", pero el "dónde" no parece estar empaquetado junto con la app, como es lógico. Parece que hay algún mecanismo de "streaming".
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Los servidores de descarga de la app (https://t.co/lC4WZc90sY, entre otros) estaban sobrecargados e intermitentemente caídos instantes después de publicitarse. O hay cientos de miles de personas descargándola, o hay un intento (ineficaz) de dificultar su descarga.
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La app que he descargado estaba detrás del CDN de Cloudflare, no en una Play Store o App Store. Es una compañía que proporciona servicios anti DDoS. Supongo que es así, admeás, para esquivar la más que probable "censura" del proveedor de servicios (Google, Apple) de turno.
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Como ya sucedió el 1-O, parece que hay una pensada arquitectura informática para descentralizar y anonimizar la difusión de la información, y para empoderar a individuos coordinados a través de canales sociales que son indemnes al cierre de un dominio, por ejemplo.
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El "cierre" de un dominio a requerimiento de un juez a los ISP es prácticamente inútil, en mi opinión. No sirvió de mucho con https://t.co/vFNO8ZZWFD o https://t.co/J4lNRerasG. Llega tarde y provoca situaciones absurdas como cuando "cerraron" Y https://t.co/wa5BwjZzLK hacia 2003.
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En el caso de https://t.co/wa5BwjZzLK la situación era kafkiana: desde Irún era un dominio "ilegal", pero desde Hendaya no. Imponía límites jurídicos que en internet son inaplicables. Amén de que censurar un sitio web arroja, como mínimo, interrogantes #IndexLibrorumProhibitorum
— Jaime Gómez-Obregón (@JaimeObregon) October 14, 2019
Como escribía el otro día, el origen mismo de internet es –cuenta la leyenda– disponer de una red informática distribuida y global que sobreviva a un holocausto nuclear. Parece fútil creer que una orden judicial pueda impedir nada en este particular caso.https://t.co/6oymAnpHyU
— Jaime Gómez-Obregón (@JaimeObregon) October 14, 2019
Volviendo al caso de la app que difunde las protestas en Cataluña (y plus ultra), quizá el calendario de próximos objetivos podría estar ya circulando en redes P2P con cifrado asimétrico y bastaría difundir públicamente una clave para hacerlo accesible a cientos de miles.
— Jaime Gómez-Obregón (@JaimeObregon) October 14, 2019
Sea como fuere, lo que parece cierto es que asistimos a la primera vez en la larga tradición de revueltas ibéricas (desde la revuelta de los comuneros del s. XVI) en la que la tecnología tiene un papel principal. Es Zeitgeist.
— Jaime Gómez-Obregón (@JaimeObregon) October 14, 2019
En momentos como este también queda patente que los medios de comunicación clásicos han cedido protagonismo. En el próximo golpe de Estado nadie ocupará Prado del Rey, está claro. El cuarto poder otrora hegemónico en este caso va a rebufo de lo que se cuece en las redes sociales.
— Jaime Gómez-Obregón (@JaimeObregon) October 14, 2019