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¿Cómo funcionan las bombas de racimo?

Recientemente se ha dado a conocer que en el nuevo paquete de ayuda de 800 millones de dólares que le dará Estados Unidos a Ucrania incluye las controvertidas bombas de racimo y esto ha hecho saltar las alarmas de varios gobiernos y organizaciones defensoras de derechos humanos.

¿Cómo funcionan y por qué son tan controvertidas las bombas de racimo?

Las bombas de racimo son armas diseñadas para dispersar múltiples submuniciones explosivas en un área extensa.

1. Las bombas de racimo son lanzadas desde aviones, cohetes o sistemas de artillería. Una vez que son liberadas, comienzan a descender hacia el suelo utilizando paracaídas o sistemas de estabilización aerodinámica.

2. Cada bomba de racimo contiene una carga explosiva principal y múltiples submuniciones, también conocidas como submuniciones o “bombetas”. Estas submuniciones son pequeñas bombas individuales contenidas dentro de la bomba madre.

3. Cuando la bomba de racimo alcanza una altura predeterminada o se activa un temporizador, se produce la apertura de la carcasa de la bomba madre. Esto libera las submuniciones, que se dispersan en el aire y descienden hacia el suelo utilizando sus propios paracaídas o mecanismos similares.

4. A medida que las submuniciones se acercan al suelo, se activa un mecanismo de detección, como un sensor de impacto o un sensor de proximidad. Esto permite que cada submunición detecte su objetivo, ya sea un área militar estratégica o un objetivo enemigo.

5. Una vez que se activa el mecanismo de detección, cada submunición se despliega y libera su carga explosiva. Estas cargas explosivas están diseñadas para detonar al entrar en contacto con el objetivo o cuando se activa un temporizador interno.

6. Las submuniciones explotan al impactar el objetivo o al acercarse lo suficiente a él, generando una explosión y una onda de choque que pueden causar daños significativos en la infraestructura o personal militar enemigo.

Es importante destacar que las bombas de racimo son altamente controvertidas debido a su efecto indiscriminado y duradero en áreas civiles. Las submuniciones que no explotan al impactar pueden permanecer latentes y representar un peligro para los civiles, incluidos niños, incluso después del final de un conflicto armado.