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Cómo hacer una Calaverita literaria

Y no morir en el intento (literalmente)...

Calaverita literaria

La Muerte llega bailando, vestida de poesía y rimas juguetonas. Las calaveritas literarias son una muestra de cómo los mexicanos desafían lo inevitable con carcajadas y versos. En lugar de temerle, se ríen de ella, burlándose de sus seres queridos (y no tan queridos) con humor e ingenio.


¿Qué es una calaverita literaria?

Una calaverita literaria es un poema corto, generalmente en forma de cuarteta (estrofas de cuatro versos), que satiriza a una persona viva o difunta, imaginando cómo la Catrina se la lleva al otro mundo o le juega una broma. La tradición se remonta al siglo XIX y, desde entonces, ha sido un elemento imprescindible del Día de Muertos. Pero, ¿por qué reírse de la Muerte? Simple: es una manera de recordarnos que, tarde o temprano, todos nos encontraremos con ella… ¡así que mejor disfrutar el chiste mientras podamos!


¿Qué hace que una calaverita sea memorable?

La clave está en el humor, la rima y un toque de picardía. Una buena calaverita debe cumplir con estas características:

  • Rima consonante: Los versos deben rimar de manera elegante o, mejor dicho, graciosamente.
  • Situaciones cómicas: Imagina a tu “víctima” haciendo algo que la Muerte aprovecha para llevársela, como un político tropezando con su propia burocracia.
  • Sátira: Las calaveritas suelen burlarse de los defectos o manías del personaje en cuestión.

Pasos para escribir tu propia calaverita literaria

  1. Elige a tu personaje: Puede ser alguien conocido (un amigo, un familiar, un famoso) o incluso tú mismo. ¡La Muerte no discrimina!
  2. Piensa en situaciones graciosas: Imagina cómo la Muerte podría sorprender a tu personaje. ¿Tu amigo siempre llega tarde? Quizá la Catrina lo deje plantado.
  3. Esquema y métrica: Divide tu poema en estrofas de cuatro versos. La métrica tradicional es octosilábica (versos de 8 sílabas), algo sencillo y rítmico que da fluidez a la lectura.
  4. Rima ingeniosa: Lo común es usar rima consonante (donde las consonantes y vocales finales rimen exactamente), como:

    Ejemplo:

    La Muerte a Juan encontró,
    en el parque muy tranquilo,
    sin pensarlo lo atrapó,
    por dormirse en el banquillo.

  5. Añade humor y picardía: Juega con situaciones irónicas o desventuras que hagan reír. Puedes incluir frases populares o doble sentido para un toque especial.

Ejemplos para inspirarte

  1. La Muerte a Pedro buscó,
    lo halló siempre procrastinando,
    “¡Ven conmigo!”, le gritó,
    pero él seguía esperando.
  2. A Marta la sorprendió,
    siempre en el móvil metida,
    la Catrina sonrió,
    y le cortó la salida.

La importancia de la tradición

Más allá de las risas, las calaveritas literarias nos conectan con nuestros antepasados, recordándonos que la Muerte no debe ser temida, sino aceptada y, en el mejor de los casos, ¡ridiculizada! Así que, la próxima vez que escribas una calaverita, recuerda: hazlo con humor y, sobre todo, asegúrate de que la Muerte se divierta tanto como tú.