Limpiar el horno puede ser un poco complicado, pero no te preocupes, te explicaré cómo hacerlo de una manera fácil de entender.
Primero, asegúrate de que el horno esté apagado y que esté lo suficientemente frío como para tocarlo sin quemarte.
Retira las rejillas y las bandejas del horno.
Haz una mezcla de bicarbonato de sodio y agua en un tazón. Puedes usar aproximadamente media taza de bicarbonato de sodio y suficiente agua para formar una pasta espesa.
Usa un pincel o una esponja para aplicar la mezcla de bicarbonato de sodio y agua en el interior del horno. Trata de cubrir toda la superficie del horno.
Deja que la mezcla repose durante la noche. El bicarbonato de sodio ayudará a aflojar la suciedad y la grasa.
Al día siguiente, usa una esponja húmeda para limpiar la pasta de bicarbonato de sodio. La suciedad debería desprenderse fácilmente.
Si todavía hay algunas manchas difíciles, puedes usar vinagre para ayudar a quitarlas. Rocía un poco de vinagre sobre la zona afectada y espera unos minutos antes de limpiarlo con una esponja húmeda.
Una vez que hayas terminado de limpiar el horno, asegúrate de enjuagar bien la esponja y de limpiar cualquier residuo de bicarbonato de sodio o vinagre que pueda haber quedado en el interior del horno.
¡Y eso es todo! Ahora tu horno estará limpio y listo para cocinar deliciosos platos. Espero que esto te haya ayudado a entender cómo limpiar el horno. ¡Buena suerte!
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