Coloca al bebé en una posición vertical, sosteniéndolo suavemente contra tu hombro o en una posición sentada en tu regazo. Asegúrate de que su cabeza esté apoyada en tu mano y que su cuello esté bien sostenido.
Dale pequeños sorbos de agua fresca, usando una cucharita o una taza de entrenamiento, para estimular su diafragma y ayudar a aliviar el hipo.
Sostén suavemente los pies del bebé y muévelos hacia arriba y hacia abajo, lo cual también puede ayudar a aliviar el hipo.
Frota suavemente la espalda del bebé con la palma de tu mano en movimientos circulares, lo que puede ayudar a relajar el diafragma y aliviar el hipo.
Espera unos minutos y verifica si el hipo ha desaparecido. Si el bebé aún tiene hipo, repite los pasos anteriores o espera un poco más, ya que el hipo suele desaparecer por sí solo después de unos minutos.
Espero que estos pasos te sean útiles para quitarle el hipo a tu bebé.
Recuerda siempre tener precaución y hacerlo con cuidado para evitar lastimarlo.
Si el hipo persiste por un período prolongado o si tienes alguna inquietud, es recomendable que consultes con un pediatra.
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