Para hacer un omelet básico, necesitarás huevos, sal, pimienta, mantequilla y cualquier otro ingrediente que desees añadir, como queso, jamón, espinacas, champiñones, cebolla, etc.
Batido de los huevos: Casca los huevos en un tazón y bátelos bien con un tenedor o un batidor de varillas hasta que queden bien mezclados. Si lo deseas, puedes añadir una pizca de sal y pimienta al gusto. Si quieres que tu omelet sea más esponjoso, también puedes añadir una cucharada de leche.
Cocinado del omelet: Calienta una sartén antiadherente a fuego medio y añade una cucharada de mantequilla. Una vez que la mantequilla se haya derretido y empiece a burbujear, vierte los huevos batidos en la sartén. Con una espátula de goma, empieza a mover los huevos desde los bordes hacia el centro, dejando que la mezcla líquida cubra el espacio que queda. Repite el proceso varias veces hasta que la mezcla ya no esté líquida y queden pocos huevos crudos en la superficie.
Añade los ingredientes: Ahora es el momento de añadir cualquier ingrediente extra que hayas preparado. Coloca los ingredientes en un lado del omelet y usa la espátula para doblar el otro lado por encima. Deja cocinar por unos 30 segundos para que el queso se derrita y los demás ingredientes se calienten.
Servir: Desliza la espátula por debajo del omelet para soltarlo de la sartén y desliza el omelet hacia un plato. Si lo deseas, puedes decorarlo con un poco de perejil o cebollino picado y servirlo caliente.
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