La ley de la atracción se reduce a un intrincado sistema de conciencia que impacta partículas. Cuando alguien puede comprender su propio proceso personal de impactar estas partículas, entonces puede cambiar la forma en que reaccionan las partículas.
En el ámbito de la psicología, el poder del pensamiento positivo también contribuye a la ley de la atracción. Se ha descubierto que técnicas como la meditación que se utilizan para cultivar una mentalidad alegre fomentan el propósito propio, la salud física y las relaciones interpersonales.
Si bien esos beneficios no son tan sencillos como “sé positivo y recibirás”, la presentadora de podcasts y autora de LORE: Aprovechando tu pasado para crear tu futuro Jeanette Schneider dice que el acto de creer que tus deseos se cumplirán puede ser un poderoso herramienta. “Realmente está usando su intención para llamar a las mejores partes de la vida. Está trasladando sus deseos a la conciencia”. “Es casi como si estuviera predicho. Lo sacaste y comenzaste a dar pasos hacia eso. Se hará realidad”.
Por supuesto, dominar el arte de la ley de la atracción no te da carta blanca para sentarte con un café con leche y ver cómo el universo hace todo el trabajo por ti. El poder proviene de adentro, de aprender acerca de uno mismo y recorrer el viaje de ese desarrollo para ver que han estado creando su realidad, les guste o no, todo el tiempo.
Schneider dice que sus propios comienzos con la ley de la atracción se remontan a la infancia y giran en torno a listas: escribirlas, poner en práctica elementos y marcarlos. Sin embargo, esta no es la típica lista de tareas pendientes. El autor recomienda anotar todo lo que quieras en el fondo de tu corazón: cosas pequeñas (“Quiero unirme a un club de corredores”) y cosas grandes (“Quiero que mi obra de arte aparezca en una galería”).
Para que la enumeración de sus objetivos sea lo más efectiva posible, las investigaciones sugieren que debe dividir cada objetivo general en partes del tamaño de un bocado.
Expresa verbalmente exactamente lo que quieres lograr, convertir tus objetivos en una conversación con las personas que amas y en las que confías pondrá en marcha tu cerebro para hacerlos realidad; y da la oportunidad de ayudarte.
Muchos de los mejores atletas del mundo visualizan el éxito justo antes del salto en la piscina, se dirigen a la línea de meta o se enfrentan a la viga.
El psicólogo del ejercicio Guang Yue de la Cleveland Clinic Foundation en Ohio estudió tanto a las personas que iban al gimnasio como a las personas que optaban por imaginar sus regímenes de ejercicio, informa Psychology Today. “Encontró que un 30 por ciento de aumento muscular en el grupo que fue al gimnasio”, explica AJ Adams, MAPP.
“Sin embargo, el grupo de participantes que realizó ejercicios mentales del entrenamiento con pesas aumentó la fuerza muscular en casi la mitad (13.5 por ciento). Este promedio se mantuvo durante tres meses después del entrenamiento mental. No, imaginar que flexionas tu cerebro en un press de banca no es el equivalente a levantar una carga IRL, pero está a mitad de camino antes de comenzar tu entrenamiento real.
Desafortunadamente, la ley de la atracción es un arma de doble filo. Puedes llamar a los buenos tan fácilmente como a los malos. “Nos manifestamos constantemente. La gente quiere aprender a manifestarse, sin darse cuenta de que solo necesita aprender a dejar de manifestar lo que no quiere o cómo se manifiesta actualmente”, dice Moore.
Por lo tanto, tomarse el tiempo para liberarse de preocupaciones tanto pequeñas como catastróficas te ayudará a asegurarse de no obstruir tu canal hacia el universo con lo que no deseas.
Una habilidad clave para resolver problemas a través de las narrativas del peor escenario posible de tu mente es crear tiempo para trabajar y dejar de lado sus preocupaciones. Así como planearías tiempo para hacer cosas como ponerte al día con amigos o ver una película, considera la posibilidad de dedicar tiempo para dar espacio a tus problemas.
La forma más fácil de atraer lo que desea es simplemente sentarse y pedirlo. “Absolutamente me callo mucho conmigo mismo y tengo claras las cosas que quiero”, dice Schneider. Sin embargo, al igual que con la meditación, la coherencia es clave. El maestro de la manifestación dice que debes combinar la práctica con algo de rutina, como cepillarte los dientes, ir a tu clase de entrenamiento boutique o hacer tu cama.
Si practicas yoga siete veces a la semana, en un futuro próximo te harás el pino con las manos. En teoría, la misma estrategia funciona con la ley de atracción. Uno de los sellos distintivos de cualquier hábito es convertirlo en una rutina diaria.
En teoría, la misma estrategia funciona con la ley de la atracción; si el universo te ve observando todos los días, podría responder a tu atención. Al comunicar tu lista de deseos, es importante recordar que la experiencia debe ser tan personal o tan discreta como desees. En resumen, emplea los métodos que te ayuden y deja el resto.
Ahora que sabes cómo utilizar la ley de la atracción, ¡las posibilidades son infinitas! ¿Te gustaría manifestar una aventura para el nuevo año?
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