A veces miles de preguntas flotan en el ambiente. Se elevan los cómos, los porqués, los anhelos de respuestas que como nubes inundan el cielo. Son el deseo latente de cambiar la realidad, de mejorarla, de tener una vida digna, de crear otro mundo. Las formas y el modo de lograrlo vuelan en remolinos jugando con los cabellos, van de boca en boca, de pensamiento en pensamiento, de esbozo en esbozo hasta que en algún lugar o momento determinado una sola palabra, una sola idea que ha logrado germinar en la mente colectiva estalla, se comparte en todas esas personas que la han anhelado, sale a las calles y de pronto se genera una revolución. Es una reacción en cadena que es capaz de derrocar tiranías, de botar imposturas, de derribar muros y generar grandes cambios y saltos en la evolución. La idea que quizás fue un poema, un texto, un video, una imagen acaba de brotar como el fruto de la indignación, fue capaz de conectar a todos y de motivarlos a crear, a discutir, a realizar y atreverse a hacer lo que parecía imposible para derribar lo que parecía inamovible.
Las ideas, los mensajes, la indignación se comparte, la valentía se contagia. El coraje creativo se abona con la colaboración, se nutre con cada aporte, con cada ligera modificación que se hace para enriquecerla, crece esta idea con el cuidado de cada uno que le resulta útil y es así que nuestra naturaleza de compartir ha ido creando grandes herramientas a lo largo de nuestra historia para mejorar nuestra vida y hacer la vida más justa. En los tiempos primitivos fue el lenguaje, para descubrir el poder de entendernos y ponernos de acuerdo para cooperar y cazar al mamut, para organizar a la tribu, ahora con internet ese mensaje viaja en tiempo real y es recibido por millones de personas haciendo que procesos que llevaban años, a veces décadas, ocurran casi al instante.
Ese es el poder de la red, de compartir y colaborar. De construir juntos.
Generar nuevos mundos, evolucionar viene por nuestra habilidad de compartir, somos seres sociales, solo compartiendo hemos generado la tecnología, resuelto problemas, ganado libertades. Porque al reconocer nuestra escencia colectiva nos damos cuenta que somos más que uno y que nuestras acciones afectan al todo y las del todo a nosotros.
Una palabra puede crear nuevos mundos.
Libertad. Libertad de pensar, libertad de generar y compartir conocimientos, de ser feliz, libertad de crecer, libertad de conocer, libertad de amar, libertad de ser como nos apetece ser. Libertad es la inspiración que siempre ha movido al mundo, es nuestra escencia.
Internet, la web y las redes sociales nacieron con la idea de compartir libremente el conocimiento, de compartir la información, de generar y resolver problemas juntos.
Podemos cambiar el mundo si conocemos la verdad, si conocemos la verdad podemos saber la realidad y podemos transformarla. Encontrar coincidencias para reemplazar el viejo mundo desde donde unos pocos deciden que es la realidad y merman el poder de transformarla.
#YoSoyRed no es un medio de comunicación, no es una red social, es una plataforma para compartir y crear. Es un centro de recursos para pensar, escribir, compartir, aprender, generar cambios. Es para articular.
Conocemos la verdad y ahora podemos decirla. Podemos recuperar el lenguaje y salvarlo de la manipulación de los viejos medios y el viejo sistema. Vamos a transformar la realidad entre todos, salgamos a la calle a manifestarnos, a crear, a compartir, a generar para que un día con una sonrisa sepamos que fue posible crear otro mundo y lo hicimos entre todos.
#YoSoyRed es una plataforma para compartir lo que quieras y que pueda transformar y motivar a otros a mejorar el mundo. Un video, un texto, una canción una cartel, un evento. Todo aquello que consideres debe ser difundido y a lo que se pueda aportar.
Puedes escribir directo en la página registrándote o bien enviando tus colaboraciona a aporta@yosoyred.com
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