‘CARICOM repudia enérgicamente cualquier acto de agresión de Venezuela contra Guyana’
La Comunidad del Caribe (CARICOM) se ha posicionado firmemente al lado de Guyana en la disputa territorial que mantiene Venezuela con el menor país sudamericano.
En la reunión virtual celebrada el 12 de enero y liderada por Keith Rowley, primer ministro de Trinidad y Tobago y actual presidente de CARICOM, los líderes caribeños respaldaron a Guyana, Estado miembro de la CARICOM donde la empresa de energía ExxonMobil comenzó una exploración petrolera en 2008.
A pesar del fallo de la Corte Internacional de Justicia emitido el 18 de diciembre de 2020 que señaló que tiene jurisdicción en esta centenaria disputa fronteriza, el presidente venezolano Nicolás Maduro ha dicho que “reconquistaría” la provincia de Essequibo, que cree, firmemente que pertenece a su país.
Sin embargo, el Acuerdo de Ginebra de 1966 fue un sólido intento de acuerdo de paz para resolver de manera pacífica este punto muerto que derivó en la afirmación de Venezuela de que el laudo arbitral de 1899 fue redactado injustamente a favor de Guyana (que en ese momento era colonia británica). En consecuencia, el acuerdo quedó derogado y sin efecto.
Ya desde la década de 1980, Venezuela ha estado buscando una negociación directa con Guyana, que ha preferido recurrir a un árbitro internacional.
En 2013 pareció haber algo de progreso, ya que ambos países acordaron que el profesor Norman Girvan, académico jamaicano, debería actuar como intermediario de Naciones Unidas en esta materia. La Organización de Naciones Unidas emplea este enfoque conciliatorio como método diplomático en la resolución de conflictos. El profesor Girvan falleció en 2014.
Más recientemente, Venezuela ha rechazado la participación de la Corte Internacional de Justicia en el asunto, y parece que el presidente Maduro lo está utilizando como un medio para reunir el apoyo para su gobierno frente a la crisis socioeconómica, cada vez más grave, que sufre el país.
Queda por ver si el hecho de que la CARICOM esté apoye a Guyana cambiará de alguna manera el enfoque del presidente Maduro. Entre otras cosas, la Comunidad del Caribe dijo que mantenía su preocupación por el “decreto y posteriores declaraciones de Venezuela con respecto al conflicto fronterizo que mantiene con Guyana”, y que fue en apoyo del proceso judicial de la Corte Internacional de Justicia:
CARICOM reiterates in the strongest possible terms its firm and unswerving support for the maintenance and preservation of the sovereignty and territorial integrity of Guyana. CARICOM firmly repudiates any acts of aggression by Venezuela against Guyana.
CARICOM reitera, en los términos más enérgicos posibles, su firme e inquebrantable apoyo al mantenimiento y conservación de la soberanía y la integridad territorial de Guyana. CARICOM rechaza con la misma firmeza cualquier acto de agresión por parte de Venezuela contra Guyana.
Por su parte, Irfaan Ali, presidente de Guyana, quien se refirió a los comentarios de Maduro como “sumamente alarmantes”, ha dejado claro que cualquier intento de Venezuela de restablecer “unilateralmente” las fronteras no bastaría legalmente ni ante los ojos de la comunidad internacional:
I remind that sovereignty over this coast, and the land territory to which it is attached, were awarded to Guyana (then British Guiana) in the 1899 Arbitral Award, whose validity and legally binding character Guyana is confident the International Court of Justice (ICJ) will uphold unequivocally.
Regrettably, by decreeing that the seas adjacent to this territory belong to Venezuela, at least two fundamental principles of international law have been violated.
The first violation is that no State can unilaterally determine its international boundaries […]
The second violation […] is based on the fact that, under well-established rules of international law, there is a fundamental principle that “the land dominates the sea”. […]
Since Guyana is sovereign over the coast west of the Essequibo River, as far as Punta Playa, it follows, consequently, that only Guyana can enjoy sovereignty and exclusive sovereign rights over the adjacent sea and seabed.
Les recuerdo que la soberanía sobre esta costa, y el territorio terrestre al que está anexionada, se le concedieron a Guyana (entonces, Guyana Británica) en el laudo arbitral en 1899, y dada su validez y legalidad, Guyana confía en que la Corte Internacional de Justicia la defienda de manera unívoca.
Lamentablemente, al decretar que los mares aledaños a este territorio pertenecen a Venezuela se han violado, al menos, dos principios fundamentales de la ley Internacional.
La primera violación es que ningún Estado puede determinar sus fronteras internacionales de manera unilateral […].
La segunda violación […] se basa en que existe un principio fundamental, bajo las reglas sólidas de la ley Internacional, que dice que la “tierra domina al mar” […].
Dado que Guyana ejerce soberanía sobre la costa oeste del río Essequibo hasta Punta Playa se deduce, por consiguiente, que solo Guyana puede disfrutar de soberanía y derechos soberanos sobre el mar y el lecho marino adyacentes.
En este lecho marino es donde se ubica el extenso campo petrolero Liza de Exxon Mobil, que tiene capacidad para producir unos 120 000 barriles de petróleo al día, y así transformar por completo las perspectivas económicas de cualquier país que tenga derechos sobre ese lecho marino.
El tema de la soberanía es el punto crucial de la cuestión que está ante la Corte Internacional de Justicia, y Guyana confía en que la Corte falle a su favor. La pregunta sigue siendo, ¿aceptará Venezuela la decisión de la Corte?
––––––––––
Publicado originalmente en: Global Voices (Creative Commons)
Por: Elisabet Sanchez Gonzalez el día 19 January, 2021