Después de que el multimillonario Elon Musk comprara Twitter por $44 mil millones hace un año, con el objetivo de eliminar lo que él consideraba un “virus mental woke” que estaba restringiendo la libertad de expresión, la perspectiva comercial del sitio parece sombría.
Según datos no reportados previamente obtenidos por The Washington Post, el número de personas que tuitean activamente ha disminuido en más del 30 por ciento, y la compañía, ahora llamada X por el empresario detrás de Tesla y SpaceX, está perdiendo anunciantes y ingresos, según entrevistas realizadas.
En al menos un aspecto, Musk ha cumplido con su promesa original: Twitter se ha vuelto mucho menos “woke”. A través de cambios dramáticos en el producto, cambios repentinos en políticas y su propia presencia destacada en la plataforma, Musk ha reconfigurado rápidamente quién tiene voz en un servicio que solía ser el centro de noticias en tiempo real y debate global. Un sitio que impulsó movimientos sociales como la Primavera Árabe, Black Lives Matter y #MeToo se ha inclinado notablemente hacia la derecha bajo el mando de Musk, especialmente en los Estados Unidos, afirman organizadores de diversos espectros políticos.
Un análisis de The Post sobre decenas de influyentes y figuras de medios conservadores y de derecha reveló que muchos vieron aumentar sus seguidores el día en que Musk se convirtió en propietario y han continuado creciendo a un ritmo superior al de la administración anterior de Twitter. Ninguna de las decenas de cuentas populares liberales y de izquierda examinadas por The Post muestra el mismo patrón.
Las cuentas asociadas con la derecha estadounidense han crecido más en X tras la compra de Musk en comparación de las de izquierda (Abajo)Musk ha llevado a Twitter en una dirección explícitamente política. Endosó públicamente al gobernador de Florida, Ron DeSantis, para presidente y organizó el lanzamiento de su campaña para la nominación republicana en Twitter Spaces. También reinstauró la cuenta de Donald Trump, quien había sido permanentemente prohibido por sus tuits sobre el asalto del 6 de enero de 2021.
Cuando Musk contrató a una nueva CEO, una de sus primeras acciones fue cortejar a la ex presentadora de Fox News, Tucker Carlson, para lanzar su nuevo programa en X, según personas familiarizadas con el asunto, que hablaron bajo condición de anonimato para describir conversaciones sensibles. Carlson y X firmaron un acuerdo de participación en los ingresos a principios de este mes, según ha aprendido The Post.
Musk ha profundizado el giro hacia la derecha de la compañía al desplazar a los medios de comunicación tradicionales de una posición de autoridad en el sitio: tanto el software de X como el icónico sistema de verificación “check azul” ahora elevan los tuits de suscriptores de pago, muchos de ellos influyentes conservadores. Personas que han trabajado con Musk y su CEO, Linda Yaccarino, afirman que tienen la intención de convertir a X en un foro independiente para contenido de creadores, donde la gente pueda ver programas originales como el de Carlson.
En medio de estos cambios, la plataforma se ha convertido en una cacofonía de desinformación e informes confusos, según una nueva investigación de la Universidad de Washington, que encontró que los autodenominados agregadores de noticias e investigadores de código abierto superaron ampliamente a los medios de comunicación tradicionales en el sitio durante la guerra entre Israel y Gaza.
Fuente: The Washington Post
Foto: Deposit Photos