Para el 17D está convocada en Sevilla una reunión de la que sería la primer Asamblea Constituyente de España.
¿Qué diferencia hay entre reforma constitucional y proceso constituyente?
La reforma constitucional plantea solo un cambio a determinados artículos, pero continúa con la vigencia de la constitución actual. En cambio el proceso constituyente nos brinda una nueva constitución, entendiendo el pueblo que la actual es obsoleta y debe abrirse una nueva etapa. La reforma constitucional proviene del poder constituido, es parcial y, si no hay referéndum, no tiene legitimidad. El cambio constitucional proviene del pueblo a través de un proceso constituyente; es general, amplio y legítimo.
¿El proceso constituyente es cosa de los republicanos?
No exclusivamente, de hecho, muchas repúblicas también abren procesos constituyentes porque su modelo ya no es válido y deben adaptarse a los tiempos históricos y a las necesidades que marcan sus pueblos. No es una cuestión solo de republicanos o no republicanos, sino fundamentalmente de demócratas que deciden mejorar su modelo social para el bienestar común.
¿Es posible hacer un proceso constituyente desde las instituciones actuales de este sistema?
Desde un punto de vista técnico, aunque parezca que sí, el Título X, cierra cualquier posibilidad real de cambio constitucional y hace materialmente imposible su reforma. Y desde un punto de vista político, al no contar con un sistema parlamentario democrático y plural, que sea representativo de todos los sectores también es imposible, ya que la correlación de fuerzas de los partidos políticos que ostentan la mayoría del poder actualmente, son contrarias al bienestar general de la población y fieles al poder económico internacional, haciendo de la corrupción política y económica algo habitual e impidiendo cualquier cambio posible que mejorara las condiciones de vida de las personas, como se pone de manifiesto cada día.
¿Cómo se lleva a cabo un proceso constituyente?
Mediante una organización ciudadana que articule las asambleas del pueblo, desde donde surgirán las propuestas que reflejen su verdadera voluntad y que trasladarán a una Asamblea Constituyente originada mediante una elección directa, democrática y no partidista por parte del propio pueblo. La Asamblea Constituyente, siguiendo la voluntad de las asambleas populares, elaborará una propuesta de constitución, la que será sometida a uno o varios referéndums finales antes de su aprobación como Constitución.
¿Qué mejoras obtenemos los ciudadanos con este proceso?
Fundamentalmente el vivir en un sistema elegido por nosotros mismos haciendo uso de nuestra libertad y nuestra conciencia. Un sistema adaptado a las necesidades actuales incorporando mejoras y beneficios sociales, como son los sanitarios, educativos, laborales, de vivienda, medioambiente, y elaborando una economía que esté al servicio del bien común y no de una minoría, pues sólo el pueblo velará por sus propios intereses, por sus familias, sus vecinos, sus amigos y sus conciudadanos en general.
¿Es esto una utopía?
No es una utopía. Los cambios de constitución se cuentan por decenas a lo largo de la historia y han sido impulsados por el propio pueblo. En la actualidad contamos con varios ejemplos reales: Venezuela 1999, Bolivia 2007, Ecuador 2008, y ahora Túnez (en pleno trabajo la asamblea constituyente). También Islandia es un claro ejemplo donde se ha hecho realidad este cambio; un caso similar es el chileno, donde está funcionando una amplia y activa plataforma exigiendo una nueva constitución.
Si quieres ponerte en marchar ahora, el 17 de diciembre es el día, nos reunimos en Sevilla para impulsar la primera Asamblea Constituyente que se celebra en España, te esperamos, tu apoyo es fundamental. Y recuerda que el poder es nuestro… del pueblo!!!
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