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Continúa resistencia armada contra el narcotráfico en Michoacán

Furgondeluna.blogspot

Con la situación de violencia que se vive en México, los habitantes de las zonas serranas del país se han tenido que replegar, buscando la seguridad de sus familias, pero el narcotráfico no es el único enemigo, también están los talamontes, que de manera ilegal explotan las áreas naturales protegidas dejando sin sustento a las comunidades indígenas que por generaciones habitaron la zona.

Al sur de la República Mexicana, en Cherán, Michoacán las comunidades Purépechas se están organizando para defender su tierra, enclavados en una guerra de intereses que está enfrentando a mexicanos contra mexicanos, unos buscando acumular recursos económicos, otros tratando de defender los que sus padres les heredaron, para que sus hijos puedan seguir viviendo como ellos aprendieron, en comunión con la naturaleza.

Los caminos de Pracho, Agua Blanca Nahuatzen, Uruapan, Tingambato, Paracho, La Cañada, Capacuaro y Sierra Quemada son custodiados por una ronda forestal, para evitar que en la noche los grandes camiones madereros y los talamontes continúen deforestando los bosques. La visión es devastadora, troncos podridos y quemados.

Los grupos madereros han deforestado 36 mil hectáreas y están invadiendo más. Muchos de los terrenos devastados se usan para la siembra de amapola y marihuana.

La tranquilidad de la vida rural se vio interrumpida por el crimen organizado, los caminos ya no son seguros ni para abastecerse de agua. También los talamontes están armados, si alguien se opone a su actividad simplemente le disparan.

Por una carga de 14 árboles grandes se pagan hasta dos mil 500 pesos en los aserraderos clandestinos, la docena de tablas alcanzan 300 pesos, mientras que en el mercado nacional una tabla oscila entre 100 y 120 pesos.

A plena luz del día las autoridades estatales hacen caso omiso de la situación, simplemente dejan pasar los camiones cargados de madera. Los habitantes señalan que las autoridades están aparentemente concentradas en la lucha contra el narcotráfico y dejan que los otros delitos queden impunes, ni siquiera los consideran.

La comunidad de Cherán sufre las consecuencias y se organizó para detenerse de la tala clandestina y los sicarios que custodian a los madereros. La madrugada del 15 de abril de 2011 un grupo de mujeres y jóvenes se reunieron y detuvieron a seis camiones cargados de madera, con machetes, piedras y palos contuvieron el convoy, mientras las autoridades locales trataban de abrirle paso a los camiones.

Los originarios de Cherán que radican en los Estados Unidos también participan en la lucha, a través de un portal de micheran.com difunden información de la lucha.

Después del suceso surgieron las barricadas, que tratan de evitar que los madereros sigan bajando de la sierra purépecha con madera, los vigilantes arriesgan su vida, sin embargo, sostienen “más vale morir de pie que vivir de rodillas”.

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