Cuando mi niña me conto todo yo hable con ella en mi cuarto, con la luz apagada y cuando acabamos de hablar lo único que pude hacer fue pedirle perdón. No acertaba a decir nada, no tenía idea de qué tenía o qué no tenía que decir. Hice preguntas de más por ignorancia, por eso aunque tarde busque información y la comparto con ustedes.
Lo que no se debe de decir:
No lo creo.
¿Estas seguro?
¿Y ahora que hacemos?
¡Seguro que tú lo provocaste!
¡Por qué inventas algo así!
¿Por qué no se lo impediste?
¿Te gusto?
Pero no te penetro ¿verdad?
¿Por qué no me lo dijiste antes? Yo hice esta pregunta y ahora con la cabeza mas fría la respuesta es tan obvia que hasta estúpido resulta haber preguntado, no dijo nada porque solo es una niña, porque estaba amenazada, porque tenia mucho miedo, porque siente mucha culpa.
¿Qué te hizo exactamente? También esto lo pregunté, no es buena idea hacerlo, es muy difícil para los niños hablar de ese tema, yo en ese momento quería “hacer un recuento de los daños”, saber qué íbamos a decir en la denuncia, pero no es interrogando al niño el modo correcto. Ahora se que hubiera bastado con alentarla a hablar. No los cuestionen, porque muchas veces la traducción en sus cabecitas es “no creo lo que me estas diciendo”.
No por negar que sucedió el abuso este va a dejar de existir, con la negación lo único que logramos es darle más armas al abusador para seguir dañando a nuestros niños, los niños son muy fantasiosos, pero sus fantasías son bonitas, como ser un súper héroe o una princesita.
Desde mi punto de vista los monstruos no están enfermos, esto no es una enfermedad ni hereditaria, ni contagiosa, si se tratara de la secuela de un trauma habría una enorme cantidad de mujeres abusando tanto de niñas como de niños y estadísticamente no es el caso, así que yo creo que no hay que darle mas vueltas, estamos en ante un criminal. Si tienen psicopatías o no, yo no lo se y francamente no me importa, el monstruo que entro a nuestra vida luce bastante cuerdo y estoy completamente segura que sabe diferenciar el bien del mal y tiene plena conciencia de las chingaderas que hizo.
Esta historia es real. Pedimos por ello respeto y mesura en los comentarios, y los moderaremos con especial atención. Su autora, Alba, comparte sus vivencias con ustedes en el blog Contra los Monstruos. Publicado con permiso de la autora.
Imagen: ing jorge