Pues sí, parece que la Inteligencia Artificial está siendo utilizada para todo. Es definitivamente una burbuja, pero parece que una persona ha encontrado una solución para las molestas llamadas de SPAM:
Cansado de las interminables llamadas de teleoperadores interrumpiendo su día. Harto de esta molestia, decidió tomar cartas en el asunto y encontró una solución emocionante: ¡ChatGPT! Este valiente usuario creó un sistema para combatir las llamadas no deseadas y hacer perder el tiempo a los teleoperadores.
La historia comienza cuando el hijo de Roger Anderson comenzó a recibir llamadas comerciales que no le agradaban. Determinado a tomar acción, Roger se propuso hacer que los teleoperadores perdieran tiempo y frustración. Al principio, su plan era simple, responder con “hola” y “espere”. Pero la evolución llegó cuando descubrió GPT-4.
Roger diseñó un sistema inteligente de inteligencia artificial capaz de captar toda la información de la llamada y generar respuestas con la ayuda de GPT-4. Estas respuestas, luego, se transmitían a través de un clonador de voz y se entregaban oralmente al teleoperador. ¿El resultado? “Cosas estúpidas pero divertidas”, según el propio creador.
Lo que comenzó como una solución personal se convirtió en un negocio innovador. Roger vio el potencial de su creación y lanzó Jolly Roger Telephone. Por solo 25 dólares al año, cualquier usuario puede obtener este chatbot con ChatGPT y elegir entre diferentes voces y personalidades para hacer frente a las llamadas no deseadas.
Pero la historia no termina ahí. En un principio, GPT-4 se negaba a participar en esta travesura, argumentando que no debería alentar a las personas a hacer perder el tiempo a los demás. Sin embargo, Roger no se rindió y le mostró a GPT-4 su propósito noble: proteger a otros de ser estafados. Convencido por esta misión, el sistema accedió a funcionar como un asistente digital encargado de frustrar a los teleoperadores.
Esta historia nos muestra cómo la creatividad y la inteligencia artificial pueden unirse para enfrentar los desafíos cotidianos. Roger Anderson no solo encontró una solución para sí mismo, sino que también construyó un negocio exitoso a partir de su invención. Ahora, más personas pueden disfrutar de la satisfacción de hacer perder el tiempo a esos molestos teleoperadores y tener un poco de diversión en el proceso.