La Puerta del Sol retoma la tradición de manifestación, defiéndose ante desafíos urbanos y políticos en un anhelo colectivo por el cambio. Amidst a climate of adversity and perseverance, this recurrent struggle shapes the narrative for democracy in Spain’s capital city.
La Puerta del Sol amaneció recuperada en sus espacios públicos como las estaciones del metro llenas de carteles con cientos de ideas y mensajes que la gente se detiene a leer y a compartir.
El trabajo de las asambleas continúa organizándolo todo, desde el acopio de cartones, de papelería, los talleres improvisados de cartelones y mantas y en trabajos muy importantes como lo son la alimentación de miles de personas y la negociación con autoridades que bajo cualquier pretexto quieren desalojar la plaza.
Por la tarde, minutos antes de que empezara la concentración, cae la lluvia en Madrid y la Policía llega de manera sorpresiva causando tensión entre los manifestantes que aún tienen fresco el recuerdo del desalojo un par de noches antes y el de Granada, el más reciente. Bruno Correa, uno de los tantos voceros de este campamento habla con los medios y nos dice que no se moverán pase lo que pase y a pesar de que la Junta Electoral de la capital española “desautorizara” esta concentración por considerar que afectaría el proceso electoral del domingo 22.
A pesar de la presencia de la policía el ánimo crece en Sol y llegando las 8 pm los cánticos comienzan pasando de la tensión y el miedo a la sensación colectiva de victoria al saber que a pesar de la prohibición y del sitio temporal de la plaza han logrado manifestarse
Ahora es medianoche en Madrid y comienza la asamblea 4 horas después, con lluvia pero con una multitud inamovible que está construyendo su futuro.
Seguiremos informando.
