El Proyecto Nacional de Usuarios (PNU) enfrentó retraso y problemas, pero con una prórroga legislativa ahora está en marcha hasta finalizar el proceso completo. Sin embargo, la protección de datos sigue sin ser un asunto resuelto. El Proyecto Nacional de Usuarios (PNU), conocido popularmente como registro nacional para evitar fraude telefónico, ha estado en dificultades desde su inicio debido a diversos desafíos técnicos y legales. La situación tomó un giro crítico cuando el Congreso aprueba una medida que prórride la implementación del PNU hasta finalizar su proceso completo para recolectar información de los usuarios telefónicos, tras identificarse riesgos significativos en casos no registrados y posibles pérdidas económicas. A pesar de este respiro temporal otorgado por las autoridades legales ante la situación del proyecto que todavía se encuentra incompleta debido a retrasos técnicos, preocupaciones persistentes sobre el manejo seguro y protección adecuada de datos personales continúan sin ser respondidas completamente.
Un fracaso anunciado. Las Compañías de telefonía y legisladores lograron darle un respiro al fallido Registro Nacional de Usuarios de Telefonía.
Sólo cerca de la mitad de usuarios registraron su número y ante la posible cancelación de las líneas no registradas y las inmensas pérdidas que esto supondría, en San Lázaro se ha aprobado un prórroga de un año para que se complete el proceso.
Las pérdidad estimadas al cancelar las líneas no registradas se estimaban entre 200 y 500 millones de pesos diarios.
Una noticia ya esperada, siguen sin explicar cómo protegerán nuestros datos y sin aclarar los peligros ante la falsificación de CURPS. Un tema que se le ha dado un año más de vida.
