Un documento secreto elaborado por el servicio de seguridad de Rusia, el FSB, ha revelado un plan de 10 años para desestabilizar a Moldavia, vecino de Ucrania. Este plan incluye el apoyo a grupos prorrusos, la utilización de la Iglesia Ortodoxa y la amenaza de cortar el suministro de gas natural. Rusia ha sido acusada de desestabilizar a sus vecinos para ampliar su influencia en la región, y este documento secreto proporciona una evidencia más de estas actividades. La desestabilización de Moldavia podría tener consecuencias graves para la región y para la seguridad internacional.