En este artículo analizamos cómo la marcha estudiantil en Chile ha repercutido dentro del ámbito internacional, influyendo el debate sobre reformas educativas y promoviendo solidaridad entre jóvenes latinoamericanos. Este fenómeno transnacional ilustra una creciente movilización colectiva que busca no solo cambios a corto plazo sino también transformaciones fundamentales en la educación pública de los países involucrados.
“Disculpe las molestias, estamos cambiando el futuro para usted”, se leía en uno de los carteles que los estudiantes chilenos llevaron ayer durante la marcha por Santiago para demandar al gobierno de Piñera reformas educativas.
Además de la gran columna que recorrió las calles de la capital, miles de jóvenes se unieron desde otras ciudades chilenas y el apoyo se replicó también en otros países como Argentina y México.
En México, alrededor de una centena de jóvenes llegaron a la Plaza de la Constitución y la rodearon mientras gritaban consignas en pro de la educación. Entre Huelums y Goyas, los jóvenes gritaban al unísono “Se hace urgente que la matrícula incremente”, en referencia a la falta de espacios en la educación superior luego de que más de 200 mil egresados del nivel bachillerato fueron rechazados de las universidades públicas.
Frente a Palacio Nacional y también con banderas de México y España, los jóvenes esquivaron autómoviles y exigieron a Calderón mayor atención al tema educativo.