Hace unas semanas la Revista Forbes publicó un estudio de donde mostraban las cuentas de los periodistas más influyentes en Twitter en México. Muchas de las reacciones en la red a esta publicación era notando la ausencia de la cuenta de Carmen Aristegui (@AristeguiOnline). A petición de nuestro lectores realizamos también un estudio usando una metodología diferente y llegamos a casi a los mismos resultados en los que también Aristegui no aparecía y no tenía sentido debido a la influencia que tiene en la radio y al que sus sitio web está dentro de los 10 más visitados de México de acuerdo a Alexa.
Así que seguimos investigando el por qué Carmen no aparecía. Existían dos opciones: que la cuenta de Twitter de Carmen tuviera un mal manejo al comunicar en redes o bien estuviese siendo boicoteada.
Para demostrarlo nos pusimos a capturar todos los tweets referentes a sus sitio aristeguinoticias.com que es la principal fuente de contenidos del Twitter de la periodista y tras acumular más de 350 mil mensajes encontramos algo realmente impresionante:
Por cada tuit que emite la cuenta de Carmen Aristegui varias cuentas automatizadas publican otro, el mas peculiar de estos casos es la cuenta @Pinochtegui que cada mensaje lo publica con el hashtag #Pinochtegui. Lo sorprendente de este caso es que casi iguala en número a los mensajes emitidos por la periodista:
Estos mensajes junto a otros automatizados superan en número a los emitidos con la cuenta y alterando lo difundido desde la página AristeguiNoticias.com.
Realizando un conteo total hemos encontrados que de los tweets emitidos relacionados con Carmen Aristegui más del 70% corresponden a bots y mensajes de SPAM como #Pinochtegui. El cinturón que se aprecia en el gráfico corresponde a esas miles de cuentas que no generan conversación –un fenómeno que ha ocurrido en otros casos de tecnocensura como la reciente visita de Peña Nieto a Londres– ejército de bots que pueden estar diluyendo la influencia de la cuenta y el de la página de la periodista. Ejército que al actuar diariamente puede ser parte de un ataque y de una operación deliberada:
¿Quién puede operar tal cantidad de bots? ¿Quién puede patrocinar una operación tan grande? Son preguntas necesarias que debemos conocer su respuesta.
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