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El Manifiesto del Anarquismo Relacional

Publicado y traducido originalmente en El Librerío

Podemos amar a muchas personas y cada relación es única

El Anarquismo Relacional cuestiona la idea de que el amor es un recurso limitado que sólo puede ser real cuando se da entre dos personas. Es posible amar a más de una persona y el amor que se siente por una no hace disminuir el amor que se puede sentir por otra. No evaluemos ni
comparemos a las personas y a las relaciones. Apreciemos a cada persona y nuestra relación con ella. Una persona que está en nuestra vida no necesita ser denominada “primaria” para que el vínculo sea real. Cada relación es independiente, y conecta individuos autónomos.

Amor y respeto en lugar de derechos

Que una relación no se base en la adquisición de derechos sobre otra persona supone respetar la independencia y la autodeterminación de los demás. Nuestros sentimientos hacia una persona o nuestra historia conjunta no nos da derecho a darle órdenes y a controlarla para que cumpla lo que se considera “normal” en una relación. Exploremos cómo comprometernos sin pisotear los límites y creencias personales de los demás. En lugar de buscar obligaciones en cada situación, dejemos que aquellxs a quienes amamos escojan los caminos que les permitan mantener intacta su propia identidad, sin dejar que esto implique una crisis para la relación. Dejar a un lado los derechos y las demandas es la única manera de estar seguro de que tenemos una relación en la que los sentimientos son  verdaderamente mutuos. El amor no es más “real” cuándo las personas se comprometen simplemente porque eso es parte de lo que se espera que ocurra.

Encontremos nuestro conjunto básico de valores

¿Cómo deseamos ser tratados por lxs demás? ¿Cuáles son nuestros límites básicos y nuestras expectativas en todas las relaciones? ¿Con qué tipo de personas nos gustaría pasar la vida y cómo nos gustaría que funcionaran nuestras relaciones? Encontremos nuestro conjunto básico de valores y usémoslo para todos nuestros vínculos. No establezcamos excepciones y reglas especiales como manera de mostrar a las personas que las amamos “de verdad”.

El heterosexismo está por todas partes pero no dejemos que eso nos asuste

Recordemos que hay un sistema normativo muy potente en vigor que dicta qué es el amor real y cómo debemos vivir. Muchos nos cuestionarán, tanto a nosotros como a la validez de nuestras relaciones, cuando no seguimos las pautas. Esforcémonos con las personas que amamos para encontrar fórmulas que contrarresten las peores y más problemáticas de estas reglas. Eso sí, luchemos por lo que realmente queremos, no simplemente contra las normas. Encontremos sortilegios positivos que neutralicen el encantamiento colectivo de la normatividad y no dejemos que sea el miedo el que domine nuestras relaciones.

Espontaneidad en lugar de obligación

Sentirnos libres de ser espontánexs para expresarnos sin miedo de castigos o de obligaciones es lo que da vida a las relaciones basadas en el anarquismo relacional. Organicemos nuestra vida de acuerdo al deseo de conocernos y explorarnos unxs a otrxs y no de acuerdo a obligaciones y demandas, y a decepciones cuándo éstas no son cubiertas.

Imaginémoslo hasta conseguirlo

A veces puede parecer que hace falta ser un superhéroe para gestionar toda la ruptura que conlleva establecer relaciones que no siguen la norma. Una estrategia útil se basa en imaginar, cuando nos sentimos segurxs e inspiradxs, que actuamos y reaccionamos como queremos hacerlo. Podemos inferir de este comportamiento simulado unas directrices sencillas y mantenerlas y aplicarlas después, cuando nuestro estado de ánimo no es tan propicio. En cualquier caso, busquemos el apoyo de otras personas que también desafían las normas y no nos reprochemos a nosotros mismos cuando la presión de las reglas establecidas nos lleve a comportamientos que no nos gustan.

La Confianza ayuda

Si decidimos asumir que las personas que queremos no desean hacernos daño, transitaremos un camino mucho más positivo que si nuestra aproximación es de sospecha y desconfianza, de necesidad de que la otra persona revalide constantemente que está en y por la relación. A veces hay tantas cosas sucediendo dentro de nosotros mismos que no nos queda energía remanente para mostrar nuestro cariño hacia los demás. Construyamos relaciones en las que los cambios y las retiradas sean aceptados y superados con facilidad, y en las que se ofrezcan muchas oportunidades de hablar, explicar, verse y ser responsables. Recordemos nuestros valores básicos y acordémonos de cuidarnos mucho a nosotros mismos también.

Cambiemos a través de la comunicación

En la mayoría de las actividades humanas hay algún tipo de norma preexistente que dicta cómo deben funcionar las cosas. Si queremos desviarnos de este patrón necesitamos comunicarnos. De otro modo, todo tiende a acabar siguiendo la pauta, dado que los demás se van a comportar de acuerdo a ella. La comunicación y las acciones conjuntas en pos del cambio constituyen la única forma de desvincularse de esta situación. Las relaciones radicales deben tener como eje central la conversación y la comunicación, no como un estado de emergencia que sólo asoma cuando hay “problemas”. Comuniquémonos en un contexto de confianza. Estamos tan acostumbrados a que las personas nunca digan lo que realmente piensan o sienten, que hemos de leer entre líneas y extrapolar para averiguar lo que realmente quieren decir. Pero estas interpretaciones sólo se pueden construir basándose en experiencias previas, usualmente basadas precisamente en las normas de cuyo control quieres escapar. ¡Preguntémonos cosas, y seamos explícitos!

Diseñemos los compromisos a nuestra medida

La vida no tendría mucho sentido si no nos unimos a otras personas para conseguir cosas, como construir una vida en común, un hogar, criar niños o crecer juntos en lo bueno y en lo malo. Estos proyectos necesitan normalmente de mucha confianza y compromiso entre las personas. El Anarquismo Relacional no se basa en el rechazo al compromiso sino en que seamos nosotrxs mismos y quienes nos rodean lxs que diseñemos los compromisos, liberándonos de las normas que dictan que ciertos tipos de compromiso son ineludibles para que el amor sea real, o que ciertos proyectos como criar niños o convivir han de corresponderse con determinadas conductas y sentimientos. ¡Partamos de cero y seamos explícitos sobre qué tipo de compromisos queremos con los demás!

 

 

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