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El poder de la “experiencia personal”: Entrevista con el artista egipcio Youssef Nabil

Youssef Nabil, Egipto. Fotografía, Arte contemporáneo, Venecia, Italia, Nueva York

Youssef Nabil - Self-portrait, Essaouira 2011 Hand colored gelatin silver print Courtesy of the Artist and Nathalie Obadia Gallery, Paris/ Brussels

Youssef Nabil, Autorretrato, Essaouira, 2011. Impresión de gelatina de plata coloreada a mano, cortesía del artista y de la Galería Nathalie Obadia, París/Bruselas.

El Museo del Palazzo Grassi de Venecia, Italia, acoge una exposición de más de 120 fotografías y tres películas del renombrado artista egipcio Youssef Nabil hasta el 10 de enero de 2021. “Había una vez un sueño”, a cargo de Matthieu Humery y Jean-Jacques Aillagon, “reúne más de 120 obras que trazan toda la carrera del artista”.

Nabil nació cido en Egipto en 1972, y es uno de los fotógrafos y artistas más emblemáticos del mundo, cuyas obras han sido presentadas en exposiciones y museos de todo el mundo en la última década. Nabil pinta sobre fotos en blanco y negro y crea composiciones que muestran a sus sujetos como inalcanzables. Su técnica mezcla la pintura y la fotografía, inspirada en los carteles de cine pintados a mano de las décadas de 1940 y 1950, y recuerda al mundo predigital.

Las fotografías de Nabil son una combinación de nostalgia e idealismo, deconstrucción y belleza, realidad e ilusión, y en última instancia, el producto de la intervención sensible del fotógrafo en la conformación de la obra final. En el proceso de formación de su trabajo, la pintura es tan importante como la fotografía. Dice que cada una de sus fotografías es el producto de su conexión personal con el sujeto, relación que difiere de una foto a otra y que en última instancia hace que cada foto sea diferente de otra.

Nabil finalmente se dedicó a hacer películas. En una entrevista con Global Voices, explica su uso de este nuevo medio de expresión artística, su fotografía y su relación con Egipto.

A continuación extractos de la entrevista:

Youssef Nabil en su exposición en el Museo del Palazzo Grassi en Venecia, Italia, septiembre de 2020. Foto cortesía del artista, ©Matteo De Fina.

Omid Memarian: Eres bien conocido por tu fotografía y tus retratos, en particular. También has hecho tres películas, Arabian Happy Ending (2016), I Saved My Belly Dancer (2015), You Never Left (2010). ¿Qué recibes de hacer una película como medio que no recibes de la fotografía?

Youssef Nabil: In my mind, I’m always making a film when I’m doing my photography. I always prepare in a way that I’m telling a story. I take care of every detail. I want the photos to feel like scenes taken from a film. So films have been the inspiration behind my photography and the reason I started taking pictures in the first place. Even technically, the painting on my photography comes from the cinema, from the old hand-painted movie posters, portraits of movie stars, and Technicolor films. I wanted this vintage feeling to be in my photography, with a contemporary approach. I never wanted to use color film. We are talking about a time before the digital era. In the early 90s, everybody used color film, and I still wanted to shoot in black and white and use the same old photography technique for painting. So moving from photography to films was a natural progression. It was something that had to come. Now I’m thinking of doing a long feature.

Youssef Nabil (YN): En mi mente, siempre estoy haciendo una película cuando estoy haciendo fotografía. Siempre me preparo como si estuviera contando una historia. Me ocupo de todos los detalles. Quiero que las fotos se sientan como escenas tomadas de una película. Así que las películas han sido la inspiración detrás de mi fotografía y la razón por la que empecé a tomar fotos. Incluso técnicamente, la pintura de mi fotografía proviene del cine, de los viejos carteles de películas pintados a mano, los retratos de estrellas de cine y las películas en Technicolor. Quería que esta sensación de época estuviera en mi fotografía, con un enfoque contemporáneo. Nunca quise usar película en color. Estamos hablando de una época anterior a la era digital. A principios de la década de 1990, todo el mundo usaba película a colores, y yo todavía quería tomar fotos en blanco y negro, y usar la misma vieja técnica de fotografía para la pintura. Así que pasar de la fotografía a las películas fue una progresión natural. Era algo que tenía que llegar. Ahora estoy pensando en hacer un largometraje.

Youssef Nabil, Marina Abramović, Nueva York, 2011. Impresión de gelatina de plata coloreada a mano, cortesía del artista y de la Galería Nathalie Obadia, París/Bruselas.

OM: ¿Cómo empezaste a fotografiar retratos?

YN: They are the people I wanted to meet: all the actors and actresses are iconic figures I grew up watching on TV and in the cinema. I just wanted to meet these people because I have this significant awareness of the moment, an awareness of the time people die, as those did before us and the ones after us. I discovered this at a very young age, and for me, the camera was maybe the only medium that could freeze a moment and make it eternal. Whether they were actors or my friends and members of my family or even myself, for me, it’s an encounter, a meeting, a moment with people I might meet once, and whatever is left is the work we did together.

YN: Son las personas que quería conocer: todos los actores y actrices son figuras icónicas que crecí viendo en la televisión y en el cine. Solo quería conocerlos porque tengo esta significativa conciencia del momento, una conciencia del tiempo en que la gente muere, como pasó los anteriores y los posteriores a nosotros. Descubrí esto a edad muy temprana, y para mí, la cámara era quizás el único medio que podía congelar un momento y hacerlo eterno. Ya fueran actores o mis amigos y familiares o incluso yo mismo, para mí, es un encuentro, una reunión, un momento con gente que podría conocer una vez, y lo que queda es el trabajo que hicimos juntos.

OM: Creciste en Egipto y te fuiste en 2003 cuando te mudaste a París para una residencia de arte, y luego viviste en Nueva York desde 2006 hasta 2018. ¿Cómo ha afectado tu educación a tu arte, principalmente a tus retratos pintados a mano?

YN: All my work, whether it’s the technique or the subjects, comes from my personal experience. What inspired me to paint my photos came from Egypt. When I was a kid growing up, I used to sit in the back of my family’s car. My favorite thing was to spot and watch all the movie billboards along the way. Cairo was big in cinema. We called it “Hollywood on the Nile.” I grew up watching all those movie posters in the streets, all hand-painted. At our house, we also had a lot of hand-painted family portraits. I wanted to keep that in my work. It comes from the experience that I was in touch with and what life offered me over there.

I wanted to study art or cinema, but for two years, every art school in Egypt rejected me. It was a difficult time for me, so I decided to make my own art. I called my friends from school, and I borrowed a camera and a few years later I wanted to paint the black and white pictures that I took of my friends. Being inspired by old films, I refused to use color films and learned how to paint black and white prints. I had to learn the technique from the old and last remaining studio “retouchers,” as they were called. I wanted my work to look like a painting. I loved the combination of photography and painting. Of course, I took all that with me from Egypt to New York. It came naturally, not something I decided to do.

YN: Todo mi trabajo, ya sea la técnica o los temas, proviene de mi experiencia personal. Lo que me inspiró a pintar mis fotos vino de Egipto. Cuando era niño, me sentaba atrás del auto de mi familia. Lo que más me gustaba era ver los carteles de las películas por el camino. El Cairo era importante en cines. Lo llamábamos “Hollywood en el Nilo“. Crecí viendo todos esos carteles de películas en las calles, todos pintados a mano. En nuestra casa, también teníamos muchos retratos familiares pintados a mano. Quería mantener eso en mi trabajo. Viene de la experiencia con la que estaba en contacto y lo que la vida me ofrecía allí.

Quería estudiar arte o cine, pero durante dos años, todas las escuelas de arte de Egipto me rechazaron. Fue un momento difícil para mí, así que decidí hacer mi propio arte. Llamé a mis amigos de la escuela, y pedí prestada una cámara y unos años después quise pintar fotos en blanco y negro que tomé de mis amigos. Inspirado por las viejas películas, me negué a usar películas a color y aprendí a pintar impresiones en blanco y negro. Tuve que aprender la técnica de los viejos y últimos “retocadores” de estudio, como se llamaban. Quería que mi trabajo pareciera una pintura. Me encantaba la combinación de la fotografía y la pintura. Por supuesto, me llevé todo eso de Egipto a Nueva York. Fue algo natural, no algo que decidiera hacer.

Youssef Nabil, Autorretrato con raíces, Los Ángeles, 2008. Gelatina de plata coloreada a mano, cortesía del artista y de la Galería Nathalie Obadia, París/Bruselas.

OM: ¿Cómo eliges qué usar para una foto?

YN: It’s a very personal and spontaneous decision. I like a certain degree of the color blue, and I use it a lot in my work, and from that, a lot of people now can tell it’s my work. And the same with the skin color or a particular red that I like and I use a lot. All decisions that I make are very personal.

Es una decisión muy personal y espontánea. Me gusta algún grado de azul, y lo uso mucho en mi trabajo, y a partir de eso, muchos pueden decir que es mi trabajo. Y lo mismo con el color de la piel o un rojo en particular que me gusta y uso mucho. Todas las decisiones que tomo son muy personales.

OM: Tus tres películas tratan de temas sociales de nuestro tiempo en una región problemática: desde hablar de sexualidad hasta explorar el sentimiento de “dejar y anhelar, muchos años después de haber salido de Egipto, la libertad”. ¿Cuál ha sido la reacción del mundo del arte al plantear estos temas en tu trabajo? ¿Ha afectado también a cómo haces tu fotografía ahora?

YN: When I talk about personal feelings or personal experiences, concerns, and the culture I come from, I always try to link it on a universal level. So everyone can relate to it. In “I Saved My Belly Dancer,” I talked about this art being always attacked indirectly by some people in the Middle East because they say, it’s immoral. The film is more about what you want to save in your memory to live with you, even if it’s no longer a part of reality. In my case, I chose to speak about a belly dancer. It could be someone you love that is no longer a part of your life or memories from childhood in your country that do not exist in the country you choose to live in. So for me, it was about memory. In “You Never Left,” I’m talking about the idea of when you decide to leave home and go somewhere else, your country never leaves you. I felt a mini death happening to me, and I had to be born again in a new place, and I think anyone who decides to choose a new place as a home can relate to it.

YN: Cuando hablo de sentimientos o experiencias personales, preocupaciones, y la cultura de la que vengo, siempre trato de vincularlo a un nivel universal. Para que todos puedan identificarse. En “I Saved My Belly Dancer”, hablé de que este arte siempre es atacado indirectamente por algunos en Medio Oriente porque dicen que es inmoral. La película es más sobre lo que quieres guardar en tu memoria para vivir contigo, aunque ya no sea parte de la realidad. En mi caso, elegí hablar de una bailarina del vientre. Podría ser alguien que amas que ya no forma parte de tu vida o recuerdos de la infancia en tu país que no existen en el país que eliges vivir. Así que para mí, se trataba de la memoria. En “You Never Left”, hablo de la idea de que cuando decides dejar tu casa e irte, tu país nunca te deja. Sentí que una minimuerte me estaba sucediendo, y tuve que nacer de nuevo en un nuevo lugar, y creo que cualquiera que decida elegir un nuevo lugar como hogar puede identificarse.

Youssef Nabil, tu vida era sólo un sueño, 2019. Gelatina de plata coloreada a mano, cortesía del artista y de la Galería Nathalie Obadia, París/Bruselas.

OM: En tus fotos, quitas algo del elemento de tiempo y realidad y los llevas a un espacio único que parece pertenecer a nuestros recuerdos. ¿Cuál es tu proceso de pensamiento en la creación de esas cualidades?

YN: I never plant it. Some things come from me, my character, my life, how I see people, how I express myself, how I want the message to be felt and seen, and all the things that I cannot put into words. That’s why I take pictures. That is my vision of the world I want to share. That’s probably why I don’t make people laugh or why I photograph myself from the back. I don’t decide these things. Even with paintings, how can you choose when the work is done? When it says what you wanted to say. So I make decisions in a very natural and spontaneous way.

YN: Nunca lo planto. Algunas cosas vienen de mí, mi carácter, mi vida, cómo veo a la gente, cómo me expreso, cómo quiero que se sienta y se vea el mensaje, y todo lo que no puedo poner en palabras. Por eso tomo fotos. Esa es mi visión del mundo que quiero compartir. Probablemente por eso no hago reír a la gente o por eso me fotografío desde atrás. Yo no decido esto. Incluso con las pinturas, ¿cómo puedes elegir cuando el trabajo está listo? Cuando dice lo que querías decir. Así que tomo decisiones muy natural y espontáneamente.

Youssef Nabil, Catherine Deneuve, París, 2010. Impresión de gelatina de plata coloreada a mano, cortesía del artista y de la Galería Nathalie Obadia, París/ Bruselas.

OM: ¿Qué artistas tienen más influencia en tu trabajo? ¿Cómo han moldeado tu experiencia artística y cómo miras el arte?

YN: It’s definitely cinema that shaped my vision. Old movies. Whether Egyptian, European, or American. I grew up in the 80s in Cairo. That was before the internet, cable TV, and mobile phones. Later on, I learned about other artists, especially in New York, like Andy Warhol, Jean-Michel Basquiat, and Keith Haring. I was very interested in what was going on with the American art movement in the 80s. Especially Andy Warhol, but I don’t want to say that he is my inspiration. In the 90s I went to New York and discovered more artists; Frida Kahlo’s first biography book was just out in March 1993, and I was reading that in New York and I was very touched, moved, and fascinated by her story because she was mainly turning her pain into art, she was only making art related to her personal life. I love Jean-Michel Basquiat. I love every artist whose work is personal—no matter their medium or what they do. I just need to feel that there is something personal.

YN: Definitivamente es el cine el que ha dado forma a mi visión. Películas antiguas. Sean egipcias, europeas o estadounidenses. Crecí en la década de 1980 en El Cairo. Eso fue antes de internet, la televisión por cable y los teléfonos móviles. Más tarde, me enteré de otros artistas, especialmente en Nueva York, como Andy Warhol, Jean-Michel Basquiat y Keith Haring. Me interesaba mucho lo que estaba pasando con el movimiento de arte estadounidenses de la década de 1980. Especialmente Andy Warhol, pero no quiero decir que sea mi inspiración. En la década de 1990 fui a Nueva York y descubrí más artistas; el primer libro de biografía de Frida Kahlo acababa de salir en marzo de 1993, y lo estaba leyendo en Nueva York y me conmovió, me emocionó y me fascinó su historia porque estaba convirtiendo principalmente su dolor en arte, solo estaba haciendo arte relacionado con su vida personal. Me encanta Jean-Michel Basquiat. Me encanta todo artista cuyo trabajo es personal, no importa su medio o lo que haga. Solo necesito sentir que hay algo personal.

Palazzo Grassi y Punta Della Dogana son los museos de arte contemporáneo de la Colección Pinault en Venecia, Italia.

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Publicado originalmente en: Global Voices (Creative Commons)
Por: Gabriela Garcia Calderon Orbe el día 12 December, 2020

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