Las protestas en Chile han cobrado un nuevo matiz, uno muy oscuro e inundado de profunda tristeza por la muerte de Manuel Gutiérrez Reynoso, joven de 16 años que se convirtió en la primera víctima fatal del movimiento estudiantil.
Su familia y amigos lo definen como “un buen chico”, querido en la Villa Jaime Eyzaguirre, al sur de Santiago, donde solía pasear con su amigos y jugar pelota en las estrechas calles del barrio.
Sin embargo, el pasado viernes, durante la última movilización del paro nacional convocado por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Manuel decidió acompañar a su hermano Gerson de 23 años, que utiliza silla de ruedas, ambos acudieron a apoyar la causa nacional.
Repentinamente se escucharon detonaciones y Manuel cayó, relata Gerson, una bala le atravesó el pecho, sin que los manifestantes dieran provocación alguna, fue repentino y devastador.
Nadie huyó porque creyeron que se trataban de balas de goma que ya habían sido utilizadas en otras ocasiones para dispersar a los manifestantes, pero la bala que atravesó el tórax de Manuel era de grueso calibre.
El proyectil que mató a Manuel Gutiérrez hirió profundamente a Chile y las protestas en las redes sociales llegaron pronto, las frases que circulan son todas de reclamo a la conducta de los Carabineros.
Luego del fatal acontecimiento, los habitantes de La moneda están siendo severamente cuestionados por la manera en que han hecho frente a un reclamo nacional, el movimiento chileno se ha enardecido, porque la bala caló profundo en toda la nación.
“Nada me va a devolver a mi hijo, pero creo que podrían haber disparado al aire, podrían haberse cerciorado de que estaban haciendo algo. Pero sé que la justicia viene de arriba… es un dolor muy grande”, dijo Mireya Reinoso madre de Manuel Gutiérrez.
En entrevista radiofónica Gerson Gutiérrez relató los acontecimientos: íbamos como siempre mirando lo que sucedía en el sector Pasarela Vespucio, nunca quisimos hacer desmanes, pero al llegar a Vespucio aparecieron los Carabineros, empezaron a disparar y luego se fueron.
Gerson sabe que su hermano no regresará, lo único que pide al igual que su madre Mireya Reinosa, es justicia para que ninguna familia chilena vuelva a pasar por esto, que den la cara los responsables y que afronten las consecuencias de sus actos.
Con información de: https://resistenciahonduras.net/