Alrededor del mundo hay una nueva tendencia: cuidar el planeta, usar materiales biodegradables o “amigables con el medio ambiente” es una moda; millones de personas van al supermercado y creen que comprar productos con dichas etiquetas salvará los recursos naturales, sin embargo, esta opción, en muchos casos, no es tan sustentable como aparenta.
Los biocombustibles son la alternativa a los hidrocarburos, nuevas formas de producir energía con recursos naturales renovables, de inicio suena maravilloso, pero las consecuencias no son nada fantásticas. Mientras en Honduras las grandes trasnacionales están invadiendo todo el terreno cultivable con palma aceitera, en Brasil la empresa energética Shell invade territorio Guaraní par sembrar caña de azúcar y producir etanol.
A través del Proyecto Raizen el gobierno local ha permitido que la empresa invada los campos guaraníes. Así, respaldados por el corporativo Cosan, de origen brasileño la empresa ingresó sin mayor problema y comenzó a usar el terreno sin restricción alguna.
Los guaraníes aseguran que desde que Shell comenzó a trabajar en la zona aparecieron problemas de salud entre la población. Los productos químicos que usa la empresa para fumigar las plantaciones de caña de azúcar causan diarreas severas, principalmente entre los niños y adultos mayores, además matan a plantas y peces.
El Amazonas es una de las reservas más importantes de plantas medicinales del mundo, donde las grandes farmacéuticas han encontrado la materia prima para generar medicamentos, los nativos de la zona conocen fórmulas para curar enfermedades que “el mundo civilizado” desconoce, Shell y la generación de biocombustible están acabando con toda esa reserva.
En una carta que los guaraníes enviaron a Raizen informaron sobre la desaparición de plantas medicinales que curaban el dolor de cabeza, enfermedades del estómago e incluso de la columna, todas murieron ante el embate indiscriminado de los pesticidas.
Además decenas de guaraníes son asesinados al tratar de recuperar el terreno en el que han vivido por cientos de años. El pueblo Kuê logró recuperar sus tierras por un tiempo, pero el pasado mes de agosto fueron amenazados y atacados para que abandonen de nuevo sus hogares.
Tristemente Shell emplea la doble moral, pues anuncia productos alternativos, sustentables, que dañan el ambiente, produce etanol una sustancia menos contaminante como lo indica su etiqueta, pero acaba con la vida de los guaraníes y con los recursos naturales ¿Dónde está el beneficio para el medio ambiente?