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Estados Unidos financiaba una revolución en Cuba: Wikileaks

 

laromanabayahibenews.com

Dos integrantes de la disidencia cubana recibían ocho mil dólares del gobierno estadounidense por sus servicios en la isla para apoyar las actividades de defensa de los derechos humanos, según un cable de Wikileaks, así la Unión Americana cubria con piel de oveja sus acciones contra el gobierno de  Fidel Castro.

Laura Pollán (de las Damas de Blanco) y Roberto Miranda (del Colegio de Pedagogos) eran apoyados por la  Oficina Diplomática Norteamericana en Cuba, hecho que además de estar penado por las leyes cubanas, levanta suspicacias, ¿por qué Estados Unidos apoyaría a ciudadanos de un gobierno que desaprueba?

La acción es una intervención directa en la política interna y  es castigado con prisión segun el artículo 88 de la ley cubana. Esta transferencia clandestina de recursos destapó la forma en que Estados Unidos envía recursos para promover de forma oculta el cambio de gobierno en la isla.

El cable 08HAVANA613, titulado “Formulario para la solicitud de fondos destinados a organizaciones en defensa de los derechos humanos en Cuba” detalló que ésta no es la primera vez que ingresan recursos de este tipo a la isla, asegura que el caso Miranda recibió grandes cantidades con este sistema.

Además, se rumora que el Gobierno de Estados Unidos cuenta con un fondo de 45,7 millones de dólares para financiar grupos de choque en Cuba. Mientras que durante el Gobierno de George Bush la suma ascendía a 116 millones de dólares y pretendía gestar una revolución interna. Todo esto pagado con los impuesto de los estadounidenses.

Al respecto el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba emitió un comunicado:

El pasado 22 de abril, el Gobierno de los Estados Unidos emitió un comunicado de prensa, que fue distribuido a través de su Sección de Intereses en La Habana, en el que “deplora” el rechazo inmediato y espontáneo que nuestro pueblo propinó, el día anterior, al intento de un reducido número de elementos contrarrevolucionarios de realizar una provocación burda y descarada en los alrededores de la Plaza de la Revolución.

En lo que constituye una prueba irrefutable de la complicidad del gobierno norteamericano con el aliento a la subversión en nuestro país, el referido comunicado acusa al Gobierno de Cuba de “desalojar a la fuerza” a un grupo de mujeres pertenecientes a las llamadas “Damas de Blanco”, a la vez que reitera la solidaridad del Gobierno de los Estados Unidos con los mercenarios al servicio de la superpotencia imperial.

El Ministerio de Relaciones Exteriores acusa al Gobierno de los Estados Unidos de fabricar y promover estas y otras provocaciones contrarrevolucionarias y las consiguientes campañas mediáticas contra Cuba.