Google, el ojo que todo lo ve…¿hasta ahora?
Google, su servicio de Street View, el presunto origen ilícito en la obtención de algunos de sus datos y la privacidad de los ciudadanos están en el punto de mira de la Unión Europea. Ya en mayo de 2010 Google reconoció que “por error” había utilizado datos de redes de Wi-Fi privadas en la creación de sus mapas altamente detallados de Street View. La cosa pareció quedarse ahí, hasta que el 5 de Agosto Portugal anunció que prohibiría al servicio de Street View continuar con su toma de fotos.
Mientras tanto, Alemania intensifica sus ataques contra el gigante de las comunicaciones, tras la noticia de que Street View podría lanzarse a finales de año en la región germana. El Parlamento alemán ya ha tomado cartas en el asunto y ha anunciado que preparará medidas para regular este tipo de servicios de localización geográfica. Google, por su parte, ha optado por ofrecer un formulario a todos los alemanes que deseen que las imágenes de sus casas aparezcan borrosas. El formulario estará online durante cuatro semanas. Pero ¿será suficiente con esta iniciativa para calmar la suspicacia del Parlamento Alemán? Y es que ¿es ético que Google muestre tu casa por defecto, esto es, a menos que rellenes el correspondiente formulario expresando tu negación a aparecer en Street View? ¿y por qué esta opción ha sido ofrecida solamente a los ciudadanos alemanes?
En países como Francia, España y México el servicio de Street View está ya disponible aunque, que se sepa, Google jamás pidió autorización ni antes ni después de tomar las fotografías. Tampoco se ha puesto a disposición de los ciudadanos de estos países formulario alguno para dar la opción a proteger su intimidad (¿qué tendrán los alemanes que a ellos si les hacen caso?). Por su parte una juez española citará a declarar al representante legal de Google en España para saber si la empresa vulneró la privacidad de los usuarios al utilizar –tal como ésta ya habría reconocido- datos procedentes de redes wi-fi sin protección.
Fuente: AFP, Clarín, El Mundo
Foto: willsparklin