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Eutanasia en Colombia: ¿Cómo solicitarla?

Es un derecho

Eutanasia en Colombia o muerte asistida, es un derecho y un procedimiento legal  para quienes padecen enfermedades graves e incurables. Este derecho, garantizado por la Constitución, permite a los pacientes optar por una muerte digna, evitando sufrimientos prolongados.

Proceso de solicitud

Para solicitar la eutanasia en Colombia, el paciente debe cumplir con ciertos requisitos:

Diagnóstico Médico: Se requiere un diagnóstico que confirme una enfermedad grave e incurable. Este debe estar documentado en la historia clínica del paciente, la cual debe ser obtenida a través del médico tratante.

Solicitud Formal: El paciente debe expresar su consentimiento de manera clara, ya sea verbalmente o por escrito. Esta manifestación se incorpora a la historia clínica, y, en caso de no poder hacerlo personalmente, es posible firmar un documento de voluntad anticipada con la presencia de dos testigos.

Revisión por un Comité: Una vez presentada la solicitud, la Entidad Promotora de Salud (EPS) o la Institución Prestadora de Servicios (IPS) designa un Comité Científico-Interdisciplinario para Morir Dignamente. Este comité tiene un plazo de 10 días para evaluar la solicitud y emitir una respuesta.

Alternativas y consideraciones

Es común que, durante este proceso, se ofrezcan cuidados paliativos como alternativa. Sin embargo, la decisión final es completamente personal y no puede ser influenciada o forzada por terceros. En caso de que la solicitud sea negada o no se reciba respuesta en el plazo establecido, el paciente puede recurrir a una acción de tutela para que un juez revise la situación.

Marco legal

El marco normativo que regula la eutanasia en Colombia incluye la Sentencia C-239 de 1997, la Sentencia T-970 de 2014, y la Resolución 0971 de 2021 del Ministerio de Salud. Estas disposiciones garantizan el derecho a una muerte digna y establecen los procedimientos que deben seguirse.

Poniendo fin al sufrimiento incurable

La eutanasia en Colombia es un derecho que se ejerce bajo condiciones estrictas para asegurar que el proceso sea respetuoso y digno. Este procedimiento ofrece una opción para aquellos que enfrentan enfermedades terminales, permitiéndoles poner fin a su sufrimiento de manera legal y segura.

Derecho a la eutanasia en países de habla hispana:

Estado actual de la eutanasia en países de habla hispana, mostrando variaciones significativas en su legalidad y aplicación.

País Legalidad Condiciones Principales Año de Aprobación
Colombia Legal Enfermedad terminal, sufrimiento intenso, consentimiento informado. 1997
España Legal Enfermedad grave e incurable, sufrimiento constante, consentimiento informado y reiterado. 2021
México Parcialmente legal (Ciudad de México y algunos estados) Solo en casos específicos de enfermedad terminal y sufrimiento insoportable. 2008 (CDMX)
Argentina No legal, pero se permite la limitación del esfuerzo terapéutico Se permite rechazar tratamientos médicos para morir con dignidad. 2012 (ley de muerte digna)
Perú No legal No existe legislación específica que permita la eutanasia. N/A
Uruguay No legal Se discute la legalización, pero actualmente no es permitida. N/A

¿Cómo acompañar a quien piense en la eutanasia en Colombia?

Acompañar a una persona que está considerando la eutanasia es un acto de profunda empatía y respeto. En esos momentos, es esencial escuchar sin juzgar, comprendiendo que la decisión de optar por una muerte digna surge del deseo de evitar sufrimientos prolongados e innecesarios. Cada persona enfrenta el dolor y la enfermedad de manera única, y estar a su lado implica ofrecerle un espacio seguro para expresar sus miedos, dudas y emociones, reconociendo la validez de sus sentimientos y la gravedad de su situación.

El acompañamiento en este contexto no se trata solo de estar presente físicamente, sino de brindar apoyo emocional y espiritual. Es crucial crear un ambiente en el que la persona se sienta amada, valorada y comprendida, reforzando su autonomía y respetando su derecho a decidir sobre su propio cuerpo y vida. El acompañante puede ayudar a explorar todas las opciones, asegurándose de que la decisión sea informada y reflexionada, y de que se tome con plena conciencia de las implicaciones.

Finalmente, acompañar a alguien en este proceso es también un acto de amor y compasión. Es entender que, a veces, la mayor muestra de cariño es permitir que una persona elija un final que considere digno, rodeada de aquellos que la aprecian y respetan. La despedida, aunque dolorosa, puede ser un momento de profunda conexión y paz, donde se honra la vida vivida y se ofrece consuelo en la certeza de que el sufrimiento no será prolongado.


Referencias:

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