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Gary McKinnon: Porqué habría que evitarle la pesadilla de la extradición a Lauri Love

Publicado con el permiso del autor. Texto e imágenes publicados originalmente en Computer Weekly

Lauri Love es uno de los británicos que recientemente ha enfrentado la posibilidad de recibir una larga pena de prisión en Los Estados Unidos. Ha sido amenazado con una pena de hasta 99 años en la cárcel y una multa de hasta $9m (9 millones de dólares) de acuerdo con la evidencia que no le han permitido ver o impugnar.

Lauri Love

Cómo mejorar su red para el futuro

Yo viví mi propia pesadilla de luchar contra la extradición por 10 años, del 2002 al 2012. Ver la entrevista a Lauri y a su familia en la televisión me trae recuerdos dolorosos de una experiencia empeorada por una legislación deficiente.

Según el convenio de extradición entre los EUA y el Reino Unido, los Estados Unidos pueden solicitar la extradición de un ciudadano del Reino Unido basándose en evidencias no probadas. El Reino Unido no cuenta con un derecho equivalente para extraditar a los estadounidenses debido a presuntos delitos cometidos en quebrantamiento de las leyes del Reino Unido.

Toda la base para mi extradición fue el presunto daño que le causé a los sistemas informáticos del gobierno de los Estados Unidos, daño cuya reparación se declaró costaría cientos de miles de dólares. La “evidencia” proporcionada por los Estados Unidos posteriormente fue descrita como  testimonio de oídas por el Servicio de Enjuiciamientos de la Corona (CPS), e inadmisible en un tribunal del Reino Unido.

El Convenio de Extradición es muy deficiente

Este reconocimiento del CPS dejó claro que los oficiales en Washington tienen el poder de extraditar a cualquier ciudadano del Reino Unido basándose solamente en alegatos.

Este convenio de extradición tan deficiente se usa incorrectamente una y otra vez. Nunca se ha revelado la razón por la que el Reino Unido aceptó esto. Contundentemente, los primeros borradores del convenio se escribieron usando la ortografía del inglés americano. Incluso la Baronesa Scotland quien dirigía la introducción del convenio en el Reino Unido lo llamó “inevitablemente desequilibrado”.

Los fiscales del gobierno de los Estados Unidos rutinariamente exageran la gravedad de un delito por ataque informático, exageran en gran manera los costos de la “reparación” de los sistemas y hacen todo lo posible porque el acusado parezca muy peligroso.

“¿Cómo afectaron a los Estados Unidos las presuntas acciones de Lauri? Nadie murió, nadie salió lastimado. No hubo ningún indicio de que haya cometido fraude, actuado por beneficio personal o de que haya divulgado información personal”

Gary McKinnon, ex pirata informático

Ya lo habíamos visto antes. A Mathew Bevan se le consideró “la peor amenaza a la seguridad nacional desde Hitler”, después de hackear los sistemas informáticos de los EUA desde una computadora Commodore Amiga. Mis propias intrusiones fueron catalogadas como “el mayor hackeo militar de la historia”.

Las autoridades de los EUA deberían invertir sus energías en mejorar la seguridad de sus propias redes, las cuales son violadas varias veces al año tanto por los piratas informáticos aficionados como por los gobiernos extranjeros.

¿Cómo afectaron a los EUA las presuntas acciones de Lauri? Nadie murió, nadie salió lastimado. Se le acusa de entrometerse en los sistemas informáticos y hacer copias de los documentos. No hay indicio de que haya cometido fraude, actuado por beneficio personal o de que haya divulgado información personal.

Locura debida a la Extradición

El efecto de la extradición es corrosivo. Hablando de mi experiencia, la angustia incesante te corroe los nervios. La posibilidad de pasar décadas, posiblemente el resto de tu vida, en una cárcel extranjera te atormenta.

Desarrollas tu propia forma de locura. Es una pesadilla que libra una guerra de desgaste en tu salud mental ya dañada. Y una de las peores cosas es ver el efecto destructivo que esto ejerce en tu familia.

Yo decidí que no podría ir a los EUA si perdía el caso. Compré la cantidad cloruro de potasio – el tercer producto químico del trío de inyecciones letales usadas para las ejecuciones en EUA – necesaria para detener mi corazón. Sabía que, de lo contrario, me presionarían para declararme culpable y me amenazarían con una pena de prisión desproporcionada si no lo hacía.

Las personas que sufren trastornos mentales pueden ser tratadas como animales una vez encarceladas. El personal de la prisión no puede proporcionarles la atención médica o psicológica que necesitan, aunque las autoridades de los EUA prometan que lo harán. Es bastante difícil cumplir una pena larga en una cárcel extranjera, pero cuando estás en el espectro autista, como Lauri Love y yo, es muchas veces más difícil.

Valor para decir que no

Tuve la suerte de que Theresa May, en ese entonces Ministra del Interior, tuvo la fuerza para tomar una de las decisiones políticas más compasivas de la historia. Sólo me resta esperar que para Lauri y su familia la pesadilla termine pronto, y que la actual Ministra del Interior, Amber Rudd, junto con los tribunales, muestre el mismo valor al rechazar la extradición de Lauri Love.

Considero que es apropiado terminar con una cita del padre de Lauri, quien habló después de que el juez permitiera la extradición de su hijo en Septiembre de 2016:

“Hemos tenido un gran debate acerca de quién puede entrar a este país. Ahora tengamos un gran debate acerca de a quién pueden sacar de este país.”

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