El espionaje político se ha ido refinando con el paso de los años. Ahora no se necesita mucho más que el software correcto (que tampoco es nada barato). La empresa de vigilancia Circles se dedica precisamente a proveer los servicios de espionaje, -medio- disfrazados de servicios de seguridad.
Según un reporte que publicó Citizen Lab, de la Universidad de Toronto deja ver una verdad incómoda, pero no increíble: Circle tiene -al menos- 10 clientes en México que han usado sus servicios de espionaje entre 2015 y 2020. Entre estos clientes resaltan la Secretaría de Marina (Semar) y el gobierno del estado de Durango. En ambos casos se han identificado rastros del software en las páginas oficiales de las instituciones. Por ahora, estos son los únicos clientes que se han logrado identificar.
Según AMLO, el gobierno ya no iba a espiar a la gente buena
En 2018, el ahora presidente presentó -50 puntos para combatir la corrupción e implementar la austeridad del gobierno-. Fue en estos puntos donde, señala Animal Político con información de R3D, Andrés Manuel López Obrador se comprometió a la renuncia del espionaje. Así el Cisen pasó a ser el Centro Nacional de Inteligencia, cuyo “único” trabajo sería la prevención de delitos y el combate a la delincuencia. Esto al menos en teoría.
La diferencia entre Pegasus y los servicios de Circle, continúa el reporte; es la discreción con la que opera el software de esta última. Justo lo que buscas cuando espías a alguien. Según la “empresa de seguridad”, sus servicios sólo son vendidos a gobiernos, no a particulares (retomemos la parte de arriba donde se aseguran que hay 10 clientes en México).
El reporte de Citizen Lab deja leer entre líneas la verdad incómoda: desde Peña Nieto hasta López Obrador, el gobierno mexicano no ha detenido el espionaje. Esto al menos hablando de los tratos con Circle, pues es bien sabido que los gobiernos anteriores han tenido sus propias -técnicas-.